Este martes se desarrolló una nueva columna de Tomar Conciencia encabezada por Marcelo Chediak y en este caso, en compañía de Jonatan, se abordó en primera medida las diferencias entre el “no puedo” o “me cuesta” y el “no quiero”.

Jonatan con 33 años compartió su experiencia de vida, sus luchas antes, durante y después del consumo.

“Tuve 17 años de consumo, desde los 15 y hasta el año pasado y para mí ahora es todo nuevo. Yo era una persona que no tenía ganas de vivir, siempre pidiendo una salida milagrosa. Había noches que pedía no despertarme, morirme y otra noche pedía salvarme”, comenzó su relato, reconociendo que estuvo internado en un neuropsiquiátrico de donde salió con otros consumos.

Ahí también subrayó la importancia de La Casita de la ONG Tomar Conciencia y los compañeros: “trabajaba en una distribuidora y decidí no ir más. Decidí que tenía que hacer algo y mi familia me ayudó a dar el primer paso. Y a La Casita fui para que no me rompan más las pelotas. Yo no sabía de qué se trataba, pero quería ir todos los días”.

En cuanto al “no puedo” y al “no quiero”, Chediak manifestó: “me cuesta tomar una decisión con respecto a las adiciones en Berisso, pero te cuesta o no querés. Hay que tomar una decisión. El me cuesta tomar una decisión es una cosa y no querer es otra”.

“Cuando te cuesta es porque hay sentimientos de por medio”, resumió.