BerissoCiudad en Radio dialogó con Leticia Reichman, la berissense de gran trayectoria en el fútbol y referente del Club Estudiantes de La Plata, quien contó acerca de su carrera deportiva y experiencias que fueron forjando su actualidad.

“Desde muy chica juego al fútbol tengo hermanos mellizos varones y en el ‘vamos a jugar’, era Leticia al arco. Me críe también en el club de mi infancia, mi vida y mi familia que es Estrella de Berisso. También jugando con amigas, porque llegar a AFA era imposible. El paso por Estrella, en torneos privados. Siempre quise aprender más de un puesto tan difícil y complejo”, comenzó relatando.

“El arquero recibe todas las balas”, confiesa, “porque cuando es gol es punto para el delantero, y mal el arquero; si no es gol, ¡qué bien la defensa! al arquero se lo reconoce poco, por eso hay que perfeccionarse. Yo fui a la escuela de arqueros y conmigo se formó el grupo femenino porque no existía. Ibas a un club y no había fútbol femenino, olvídate de arqueros”.

Luego de esa formación, fue convocada por Estudiantes, lugar en el que continúa.

Fueron conquistando espacios mediante luchas, hoy Leticia reconoce que “es una semiprofesionalización. “Estamos a años luz de parecernos al fútbol masculino, mal dicho porque es fútbol para todos. Y hay que razonar esto y entender”, enfatizó.

“Vamos a paso de tortuga porque los cambios hay que entenderlos también, vos decís fútbol y es hombre. Pero hay que concientizar de a poco, la semiprofesionalización es un paso ganado, antes no teníamos nada. Hoy hay ocho contratos, el día de mañana todos; hoy se cobra el básico de un jugador masculino de la primera C y el día de mañana se va a cobrar igual. Hoy en los clubes tenemos un 25 por ciento de espacio y el día de mañana será igual”, planteo la futbolista, indicando que si bien hoy el fútbol femenino no es negocio porque no genera dinero “es paulatino, cada vez los sueldos van a ser más altos”.

Leticia Reichman, además de defender la valla de Estudiantes trabaja en el Servicio Penitenciario: “jamás tuve trabas sino todo lo contrario, siempre me apoyaron. Partidos con los compañeros, voy yo”.

“Siempre pude manejar los tiempos y espacios. Desde hace algunos años en el Servicio Penitenciario se Reconoce al deportista cada vez más; es más se hacen olimpiadas nacionales y provinciales, hay fútbol femenino y somos tetracampeonas del fútbol femenino en el torneo nacional. Estoy agradecida porque llevo 20 años de carrera y nunca tuve ningún problema con hacer las dos actividades y siempre bien reconocida”, finalizó.