Finalmente, el dirigente sindical petrolero Ramón Garaza triunfó por escaso margen en la interna del Partido Justicialista, derrotando al cirujano generalista Miguel Nadeff, en una jornada que se caracterizó por la exigua concurrencia de afiliados.

En un clima de apatía generalizada y con un padrón de casi 12 mil afiliados, solamente se acercaron a los centros de votación a emitir su sufragio apenas el 17 % (la desgracia) de los peronistas empadronados quienes consagraron ganador al titular del SUPeH por apenas 29 votos de diferencia.

Mucho deberá trabajar la nueva conducción del peronismo berissense, para reconciliarse con los justicialistas y vecinos de la ciudad, quienes nuevamente le dan la espalda.

La primer tarea que tendrán Garaza y sus seguidores, será la de seducir y convencer a los peronistas de volver a afiliarse al Partido, ya que heredó de su antecesor, el médico ortopedista Oscar Colombo, una diáspora de afiliados y dirigentes como nunca se había visto en la historia del peronismo de Berisso.

Algunos dirigentes históricos que analizaban la interna, comentaban -mascullando bronca- que esta contienda se parece más a la de un partido vecinalista, que a la del Movimiento Nacional Justicialista fundado por el general Juan Domingo Perón.

Otros con fina ironía, consagraban campeones a los hermanos (Macana) Mincarelli, por la acumulación de derrotas consecutivas en la cuna del peronismo.

El triunfo del triunviro Slezack, Cagliardi y Garaza y la magra concurrencia de afiliados, dio un respiro y aliciente, de cara al 2019, al mandamás municipal Jorge Nedela, quien recordaba la derrota que les había propinado en las elecciones generales del 2015.