A diario se reciben quejas de vecinos de distintos barrios de nuestra ciudad y el denominador común es el pedido de arreglo y mejorado de las calles de tierra.
Es más notorio con el clima que se vienen dando en los últimos días, con lluvias intermitentes, cuando el mal estado de las arterias queda más en evidencia, ya que los vecinos no pueden salir de sus casas.
Y si logran salir, deben sortear los obstáculos para no quedar encajados en las calles; de igual manera que lo hacen las madres que circulan a pie con sus bebés en los cochecitos, o aquellos que se atreven a circular en motocicletas o bicicletas.
En este caso un vecino, de la calle 37 envió una imagen del estado de su calle: “es un chiquero, imposible transitar, antes estaba mal, ahora está peor, tener los impuestos al día, no sirve de nada, tenemos una gestión que no le importa nada”.