Este viernes 17 de noviembre en las instalaciones de la Escuela de Recursos Humanos del Equipo de Salud -institución dependiente de la Universidad Nacional de La Plata que funciona en el edificio de calle 12 esquina 161 de la ciudad de Berisso- se llevó a cabo un emotivo acto homenaje a la estudiante Marlene Katherine Kegler Krug, quien en el año 1976 fue detenida y desaparecida durante la última dictadura cívico-militar.
El encuentro que tuvo inicio en horas del mediodía contó con la inauguración de un mural de grandes dimensiones creado por el célebre ilustrador Carlos Pinto, emplazado en un muro de 15x3 metros y que llevó más de tres meses de labor y mucho estudio e investigación.
También se dio apertura a una muestra fotográfica que contaba con imágenes de Marlene, testimonios de quienes la conocieron, de quienes compartieron con ella momentos de su vida y su historia.
Por otro lado se logró la entrega a la familia del legajo reparado de la joven estudiante de la carrera de Obstetricia, en donde consta su recorrido formativo en la Casa de Altos Estudios.
BerissoCiudad se acercó al lugar para dialogar con quien impulsó de cierta manera la realización de un mural homenaje y la reconstrucción de la vida de Marlene, la directora de la Escuela María Gabriela Bisceglia.
“Es un momento muy conmovedor para todo el equipo que trabajamos en este proceso y que nunca esperamos que tuviera tanta repercusión. Surgió el nombre de Marlene como la única estudiante de Obstetricia desaparecida durante la dictadura cívico militar y ahí nos pusimos a trabajar, a ver quién era, de quién se trataba todo esto y se empezaron a incorporar personas, lugares y recuerdos que fueron completando partes de su historia”, comenzó relatando la autoridad.
Asimismo, subrayó que Marlene es una estudiante más de las tantas desaparecidas: “cerca de 800 estudiantes desaparecidos durante la dictadura, de la Universidad Nacional de La Plata y nos parece que es simbólico”.
Y agregó que “esto nos permite por un lado, es cierto que nos retrotrae al dolor y por otro lado genera un accionar concreto en cuanto a la memoria colectiva. Eso nos permite crecer como sociedad”.
Sobre la reparación que esto implica para los familiares y allegados a Marlene, teniendo en cuenta que la joven en aquel entonces sostenía vínculos de afecto, de trabajo y de militancia, la académica aseguró que “Marlene tiene una triple nacionalidad, nació en Paraguay pero procedente de una colonia alemana, se vino acá y adoptó a Argentina como su país”.
“Empezó estudiando medicina y cambio a obstetricia. Era militante con mucha actividad política pero también religiosa, su desaparición nunca pudo concretarse porque aparece en cada lugar y en cada persona”, prosiguió.
Cabe destacar que en el edificio de calle 12 se hicieron presentes familiares directos de Marlene, sus hermanos, sus sobrinos; gente de la comunidad estudiantil de aquellas épocas y que vinieron desde la República del Paraguay, autoridades y miembros de la UNLP, referentes de Derechos Humanos, ex compañeros de Marlene, sobrevivientes de la dictadura que compartieron cautiverio con ella, amistades y demás.
En este marco Bisceglia agradeció al artista Carlos Pinto por la realización del mural y a Érica Voget por la muestra fotográfica. “Este contenido tan amplio, en algo que va a perdurar para que lo vean por lo menos los estudiantes y las generaciones futuras que ya nacidos en democracia están un poco alejados de la realidad de aquella época”, expresó la entrevistada.
Analizó también la militancia en aquellas épocas y lo que hoy se da en, por ejemplo la Facultad de Medicina: “Nosotros empezamos a trabajar sobre Derechos Humanos acá en la Escuela desde el 15 de noviembre del año pasado en el Consejo Superior pasamos a depender de la presidencia de la Universidad, antes estábamos cortados”.
“El proyecto es previo a lo que pasó en la elección de grado. Por supuesto que las expectativas son muy alentadoras si tenemos en cuenta que las nuevas autoridades van a salir de un consenso colectivo que agrupa a fracciones que no son lo que históricamente ha sido la Facultad de Ciencias Médicas. Creo que puede ser un inicio para un cambio muy importante”, puntualizó.
Y cerró: “realmente es en lo que tenemos que trabajar, en los ideales de la educación y del respeto a los derechos humanos”.