La decadencia de los servicios se replica de manera constante en cada punto de la ciudad. Ni los vecinos del centro ni los de la periferia se salvan de los embates de las empresas que lejos están de dar una respuesta concreta.
Esta vez lo que preocupa es la falta de agua y la baja presión en la zona de calle 21 y 167, “lo cual nos limita en todo sentido”, según mencionaron los frentistas haciendo alusión a un cotidiano que se presenta de la misma manera “desde hace años”.
Aparentemente en dicho lugar hay una pérdida que empeoró con el tiempo “y nunca tuvo una solución, a pesar de los reclamos”.
“A mí no me sube agua, por lo cual debo usar un motor todos los días y sólo puedo poner el lavarropas a las 11 de la noche, porque el mismo no funciona con poca agua. Es un desastre”, disparó una de las vecinas, seguida por otra que confirmó: “sin bomba es imposible llevar agua al tanque”.
“Y con lo del lavarropas nos pasa igual, de hecho se ha roto por ese tema”, puntualizó, preguntándose si esta problemática se dará de la misma forma que sucede con la electricidad, es decir “por áreas”.
Con la falta de este servicio las complicaciones son evidentes, “mayor gasto de luz, falta de higiene, electrodomésticos rotos y contratiempos innecesarios, sólo por nombrar algunas cosas que verdaderamente no corresponden cuando se trata de un servicio pago”.
Más allá de las variantes esto pasó, pasa, y la pregunta de todos es ¿hasta cuándo seguirá pasando?