En la madrugada de este viernes, una dotación de bomberos voluntarios se dirigió, como simempre, a cumplir su loable labor de salvaguardar vidas.
En este caso, asistieron a sofocar un incendio en 18 entre 148 y 149. Una vez cumplido el trabajo, regresaban al cuartel central cuando en 18 y 150 un grupo de jóvenes de entre 12 y 16 años arrojaron un ladrillo a la unidad, a modo de cuestionable diversión.
La unidad afectada fue el móvil 39, golpeando el proyectil cerca de la ventanilla del acompañante.
Afortunadamente ningún bombero resultó herido y los daños en el camión no generan perjuicios en el funcionamiento.