Como se ha reflejado en las últimas semanas, la calle Carlos Gardel se ha convertido en un paso inaccesible para todo tipo de vehículos, como también para los frentistas desde la calle 153 hasta la 158, que deben recurrir al ingenio para salir sin quedar en el intento.
Según detallan los propios vecinos, hace casi tres años que el estado de la calle es deplorable, hecho que se agudiza con cada lluvia. A esto se suma la falta de recolección de residuos no habituales, por lo que algunos vecinos decidieron recurrir a la quema de los mismos para evitar la acumulación.
En otro orden de cosas, y como si lo anterior fuera poco, hace pocos días llegó al lugar la empresa prestadora del suministro eléctrico, EDELAP, y -según argumentaron- con la autorización de la comuna realizaron una excavación en el frente de una de las viviendas, dando cuenta de que allí pondrían un poste de media tensión. Esto fue hace quince días pero no volvieron más.
“Ni siquiera se tomó el trabajo y la precaución de vallar el pozo realizado hasta la instalación del poste, por lo que el peligro ante la caída de cualquier vecino está latente. En las últimas horas quien cayó fue el perro de un vecino y debieron hacer un gran esfuerzo para sacar al animal”, expresó Liliana, una frentista.
Por último, la vecina destacó que también se ven perjudicados los trabajadores de la recolección, ya que debido al deteriorado estado de la calle el camión no puede ingresar a la misma, por lo que deben hacerlo a pie.