Panorama local

La calle sin semáforos; sin festejo en el día fundacional y concejales que rozan el ridículo

Postales de la semana.
Postales de la semana.

Una semana cargada de anuncios de aumentos (desregulación de tarifas de servicio de telecomunicaciones, aumento de la luz, el gas, etcétera) con la Ley Bases por modificar nuestra República y el dólar por al estratosfera; así los berissenses desde la patria chica también lo padecemos, aún aquellos que todavía confían y apuestan a este modelo de gobierno basado en la destrucción.

La calle descontrolada

Sí, el clima social se palpa en el andar cotidiano. Peleas, insultos, roces en la vía pública, agresiones a trabajadores y trabajadoras, son moneda corriente. Es casi, tristemente, naturalizado.  Ahora bien, a eso se suma que la política en materia de seguridad vial están siendo “flojita” para la realidad que vivimos.

Bien por los controles en los accesos, pero en nuestra ciudad si andan algunos semáforos es mucho.  Zonas críticas que carecen de estos ordenadores, los colectivos sobre la Montevideo pistean como campeones y no hay control sobre ello. Tampoco andan semáforos claves, por ejemplo en Montevideo y 3 donde un camión con un colectivo colisionaron y afortunadamente no fue una desgracia.

Pensemos en el orden vial en la ciudad, pero pensemos un poco más allá de los controles. Se necesitan políticas públicas profundas, esto es un gran problema en nuestra ciudad.

A los gritos y lejos de los vecinos

El Concejo Deliberante se ha transformado en un escenario de teatro, a destiempo de los problemas de los vecinos y vecinas y con el nivel de diálogo tergiversado en cuanto a prioridades.

Ediles que no presentan un proyecto en años y ejercen violencia, en el recinto se jactan de hacer la capacitación en Ley Micaela; otros que se autoproclaman oposición severa están en silencio en sus bancas, quizás más preocupados por sus actividades privadas que por la representación institucional.

También tenemos a los que con tal de hablar toman el micrófono y ni leer de corrido pueden; tenemos además aquellos que están al salto por el bizcocho buscando el circo, hasta con gazebos; los que van a calentar la silla y cobrar.

Hay una crisis visible en el legislativo, y muchas veces pasa por una cuestión ética y moral. Hoy las comisiones funcionan, antes no… y a las claras está, ya que se tratan ahora expedientes ya caducos, viejos. En fin, con las jugosas dietas que perciben,  como medio, pero más como vecinos, exigimos que se tomen en serio la función.

Cuando el ridículo es el Gacebo del HCD en el día fundacional de Berisso

El 24 de junio de 1871 quedó promulgada la ordenanza que determina la fecha fundacional de Berisso, ordenanza N° 2247/98, es así que nuestra ciudad celebró su 153 aniversario, por lo cual ese día se declara no laborable para la administración pública.

Pero nuestros ediles de la oposición, queriéndose hacer los revolucionarios, se instalaron en la puerta del HCD con el fin de pronunciar que el sector político del Ejecutivo y Deliberativo debían funcionar, para atender a los vecinos, y simularon en la puerta del Concejo recibir inquietudes, y como nunca en la historia surgieran desde los distintos barrios multitudes que acudieron al cuerpo deliberativo, pero no fue así, solo fue un cuento chino.

La verdad es que el sector de la oposición que se acercó, muchos de ellos seguidores de Javeir Milei, debería dejar de dar vergüenza ajena, porque si quieren modificar algo que es una ordenanza, debería reformar la ordenanza y argumentar que el asueto es solo para empleados, y el sector legislativo debe concurrir. Paso siguiente, los mismos concejales debería limpiar sus baños, etcétera. En fin, sólo gritan como los teros, para engañar a los vecinos.

El festejo de Berisso fue la charla en la Alcoba

Es así que nadie sabía que el principal festejo del día fundacional iba a ser en el Museo 1871 y la charla del Nene Alcoba iba a ser el acto principal. Se divulgó, pero la gran mayoría de los vecinos nunca supieron que era el acto principal, donde participaron tres intendentes un hecho pocas veces logrado: Berisso, Ensenada y La Plata.

Quizás lo que falla siempre es la comunicación que sigue en manos de un arquitecto que depende del exbolichero, Martin “Tapón” Fernández, quien fiel adicto a Milei lo primero que hacen es enviar todo lo que pasa a las redes como lo hace el Presidente. Ojalá se dieran cuenta de que estos momentos es donde todos los sectores políticos deben estar juntos.

Sin recitales, pero con misa

Ya se dejaron los grandes eventos realizado por anteriores intendentes, donde había recitales en el Parque Cívico, será la dura crisis económica que pasamos, que no nos permite estos eventos, pero sí se realizó la misa el mismo 24 de junio, donde se vieron a algunos funcionarios pidiendo perdón.

Entre los funcionarios estuvieron Federico “El Comisario” Ruiz, a quien se lo vio arrodillado, pidiendo PERDÓN por no haberse pronunciado sobre los hechos de violencia como fue el del médico que golpeó a la trabajadora municipal; quizás pidió perdón por entender que hay inseguridad y no eran actores.

Pero lo que rompió cualquier asombro fue el abrazo de Juan Mincarlli con Nadina Brizzi. Alguno decía este es el perdón a Judas ante Dios, ¿o serán las nuevas alianzas para las próximas elecciones?

Malestar de vecinos

En estos días fueron frentistas de Villa Paula, pero no importa en qué barrio se piense para saber que hay reclamos.

La falta de respuestas (como sucedió en el Concejo con vecinos que fueron a manifestarse al recinto y ningún edil supo qué decir) genera ya no malestar, sino dolor.

Sabemos que hay un contexto macro duro y difícil con un Gobierno nacional que dejó en banda a los vecinos y vecinas y que parece regocijarse con el padecer de los más vulnerables. Pero los funcionarios locales deben responder, encabezados por el intendente.

¿Dónde están? ¿En qué están trabajando? ¿Cómo piensan ejercer el ingenio para contener al pueblo golpeado?

“No pedimos mucho, solo que vengan a tapar el pozo. Es una zona donde nadie se acerca a hacer nada” dicen, bajando la vara de exigencia, cuando los funcionarios tienen obligación.

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