“Fiesta Provincial del Inmigrante”, un título muy grande para una fiesta polémica que nació allá en el año 1977 cuando los verdaderos protagonistas de esta historia decidieron unirse para dejar un legado a nuestra ciudad y a sus descendientes. Un legado llamado memoria; memoria de nuestras raíces, de la guerra, del hambre, del desarraigo, de la lucha, de la desesperanza; memoria para volver a empezar, para construir, para avanzar.
Una fiesta que se construyó en una época oscura de
Esto parece un dato menor pero, no lo es. ¿Cómo se hace grande una Nación? Por ejemplo, cuidando las pequeñas instituciones, participando, cambiando lo que está mal y fomentando lo que está bien.
La historia se repite y los dirigentes y autoridades locales vuelven a estar ciegos, sordos y mudos, y gran parte de los medios de comunicación se convirtieron en meros lectores de noticias que ya fueron publicadas por los periódicos regionales o resultados de fútbol que ya salieron en todos los noticieros ¿Será esto un distractor social? ¿A quiénes responden los medios locales?
El intendente Enrique “Quique” Slezack decía en
¿Cómo defendemos
La nueva Ley impide la formación de monopolios y oligopolios, contempla la participación de nuevos actores en los medios, abre espacios para lo social, lo comunitario y lo público, permitiendo a la ciudadanía el acceso a una información diversa. De esta forma, deja de ser el lucro de grupos dominantes, y otros, sin poder económico, pero con ciudadanía plena, toman la palabra. Solo así es posible la libertad de expresión.
BerissoCiudad hace esta reflexión por la cantidad de demandas recibidas. ¿Es el único medio donde la gente puede manifestarse? No fomentemos el miedo a expresarse, recuerden que el Gobierno está defendiendo esta ley, recuerden que las colectividades tienen personería jurídica sin fines de lucro, recuerden que debemos darle a los jóvenes un modelo de honestidad y confianza para una integración social sólida, ya que en un futuro van a devolverle a la sociedad lo que nosotros les dimos.
Redistribuyamos la palabra