Editorial

La carpa está lista, el circo está por comenzar

¿Quién pagó la carpa…?
¿Quién pagó la carpa…?

“Fiesta Provincial del Inmigrante”, un título muy grande para una fiesta polémica que nació allá en el año 1977 cuando los verdaderos protagonistas de esta historia decidieron unirse para dejar un legado a nuestra ciudad y a sus descendientes. Un legado llamado memoria; memoria de nuestras raíces, de la guerra, del hambre, del desarraigo, de la lucha, de la desesperanza; memoria para volver a empezar, para construir, para avanzar.

 

Una fiesta que se construyó en una época oscura de la Argentina y, en vez de ir adquiriendo brillo, con los años se fue desluciendo, manoseando, hasta convertirse en un evento con muchos interrogantes y ninguna respuesta. Y llegamos al 2009 y en nuestra memoria afloran recuerdos como la competencia entre los stands, la rivalidad dentro de las mismas colectividades para sustituirse entre ellos en busca del beneficio propio, el fraude, la mentira, la discriminación y una remera negra, “negra como la elección”. Una Reina del Inmigrante que tuvo que llevar en las sombras y como pudo una corona muy pesada con la disconformidad de la gente y la presencia de presidentes de colectividades incompetentes, que en la mayoría fueron heredando los cargos en arreglos internos.

 

Esto parece un dato menor pero, no lo es. ¿Cómo se hace grande una Nación? Por ejemplo, cuidando las pequeñas instituciones, participando, cambiando lo que está mal y fomentando lo que está bien.

 

La historia se repite y los dirigentes y autoridades locales vuelven a estar ciegos, sordos y mudos, y gran parte de los medios de comunicación se convirtieron en meros lectores de noticias que ya fueron publicadas por los periódicos regionales o resultados de fútbol que ya salieron en todos los noticieros ¿Será esto un distractor social? ¿A quiénes responden los medios locales?

 

El intendente Enrique “Quique” Slezack decía en la Casa de la Provincia de Buenos Aires: “Nuestra ciudad la marca cómo somos la gente”. Nos preguntamos, ¿cómo somos la gente? ¿De dónde sale el dinero para la Fiesta del Inmigrante, partiendo de la base de que la Asociación de Entidades Extranjeras nunca generó un peso, lo único que hizo fue coleccionar subsidios? ¿Quién pagó la carpa…?

 

¿Cómo defendemos la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual? El Gobierno dice que la información no es el negocio de unos pocos, sino un derecho humano fundamental. El ciudadano no es consumidor de mensajes, sino que debe ser partícipe del proceso comunicacional, ya que, si unos solos controlan la información, no es posible la democracia.

 

La nueva Ley impide la formación de monopolios y oligopolios, contempla la participación de nuevos actores en los medios, abre espacios para lo social, lo comunitario y lo público, permitiendo a la ciudadanía el acceso a una información diversa. De esta forma, deja de ser el lucro de grupos dominantes, y otros, sin poder económico, pero con ciudadanía plena, toman la palabra. Solo así es posible la libertad de expresión.

 

BerissoCiudad hace esta reflexión por la cantidad de demandas recibidas. ¿Es el único medio donde la gente puede manifestarse? No fomentemos el miedo a expresarse, recuerden que el Gobierno está defendiendo esta ley, recuerden que las colectividades tienen personería jurídica sin fines de lucro, recuerden que debemos darle a los jóvenes un modelo de honestidad y confianza para una integración social sólida, ya que en un futuro van a devolverle a la sociedad lo que nosotros les dimos.

 

Redistribuyamos la palabra

 

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