Marcelo Chediak, referente de la ONG Tomar Conciencia, compartió en una entrevista sus impresiones sobre el trabajo realizado en 2024 y las perspectivas para este 2025, año que ya comenzó con dos suicidios juveniles en los primeros días. En el marco de los 15 años de la organización, Chediak destacó la necesidad de abordar las problemáticas de consumo y adicciones desde un enfoque preventivo y comunitario.
“La solución no es solo hablar del consumo, sino entender por qué sucede. En Tomar Conciencia nos esforzamos por anticiparnos y acompañar lo que pasa. Cumplir 15 años fue emotivo, pero también nos recordó todo lo que falta por hacer”, expresó Chediak.
Uno de los ejes que subrayó el responsable de la ONG fue la carencia de políticas públicas efectivas a nivel municipal y provincial. “En Berisso, una ciudad de 110.000 habitantes, dependemos demasiado de instancias superiores, como Sedronar o la provincia, y eso genera un descreimiento en las instituciones locales. Necesitamos políticas públicas propias”, afirmó.
Chediak también cuestionó los cambios legislativos que, según él, han afectado negativamente el abordaje de las adicciones. “Desde que se reglamentó la ley en 2015, las comunidades terapéuticas comenzaron a cerrar. Se criminalizó el consumo y se trató el problema como una cuestión de inseguridad, lo que profundizó los prejuicios y la estigmatización”, denunció.
Para Chediak, la clave está en una comunidad organizada. Inspirándose en modelos como el de Islandia, que busca involucrar a todos los sectores sociales en la prevención, enfatizó que “la mejor manera de abordar el consumo, los suicidios y el abandono es unir a iglesias, templos, escuelas y vecinos bajo un mismo objetivo, dejando de lado las diferencias políticas”.
Además, remarcó el impacto de la desinformación sobre el consumo de sustancias como la marihuana. “El aumento en la potencia de las semillas genera mayores riesgos psicóticos en los jóvenes. No estoy en contra de las sustancias, pero sí creo que debemos educar para que las personas evalúen si están consumiendo por evasión o por una necesidad real”, reflexionó.
Chediak resaltó que, si bien es fundamental la prevención, también lo es la asistencia inmediata para quienes piden ayuda. “El año pasado tuvimos 164 intentos de suicidio en Berisso. Hubo más pedidos de ayuda porque salimos a hablar del tema, pero si no hay una contención real, esos esfuerzos quedan vacíos”, sostuvo.
Finalmente, llamó a las autoridades y a la comunidad a repensar su papel en esta problemática. “La solución no está en una institución o en un individuo; la solución la tenemos que construir entre todos, con diálogo y acciones concretas”, concluyó.