Este viernes se debería haber dado en el Concejo Deliberante local la reunión de la Comisión de Salud, encuentro en el que se abordarían diversos temas que afectan a nuestra ciudad en esa materia.
El foco está puesto principalmente en la situación que atraviesan médicos comunitarios y personal que realiza tareas en Unidades Sanitarias y que debido al corte del programa a nivel nacional, quedarán sin su fuente laboral impactando de forma negativa en la atención primaria de la salud.
En cuanto a la infraestructura de las Unidades Sanitarias, como también los insumos, también existe preocupación, ya que la inversión ha sido inexistente y el recorte ha primado, generando un marcado deterioro.
El personal médico no ha sido reemplazado en casos de jubilación y en el CIC del Barrio Obrero no se cuenta con atención obstétrica entre otras especialidades, los vecinos ya no cuentan con un espacio cercano para atenderse, teniendo que dirigirse a otra Unidad Sanitaria o al Hospital Mario Larraín.
En tanto, más allá de ser celebrado por ser un mecanismo de atención en emergencias innovador y efectivo, el SAME padece el desfinanciamiento del Gobierno de María Eugenia Vidal obligando a la gestión del intendente Jorge Nedela a sostenerlo económicamente.
Esto implica el pase a planta del personal afectado y el mantenimiento de las ambulancias. En suma: sostener económicamente lo que las cuentas municipales no soportan.
En este contexto, desde el oficialismo, a pesar de haber declarado “estar preocupados y ocupados”, en los diversos temas, contrastaron este viernes su propio argumento al no presentarse a la reunión de Comisión, no dando quórum e imposibilitando el abordaje de las problemáticas.
Entre otros, José Manuel Mendez y Antonella Villa Chiodo brillaron por su ausencia en el recinto y trabajadores que se encuentran bajo la órbita del “cerrado” programa de médicos comunitarios que se presentaron en el recinto se debieron sentar a esperar a los que nunca llegaron.