Tras una jornada de protesta que tuvo lugar este domingo 18 de julio en calle Montevideo y Avenida Juan Domingo Perón, los preadjudicatarios del ProCreAr de Santa Teresita, comentaron los motivos de su accionar ligados al enojo y falta de credibilidad hacia los funcionarios locales.
“Decidimos cortar porque estamos cansados de que nos prorroguen y siempre nos pongan excusas para finalizar una obra, que corresponde al 10 por ciento que había quedado de la gestión y se debe cumplir porque está dentro de un contrato”, comenzaron diciendo.
Dicha obra, que comenzó el 15 de septiembre de 2020, es un “paso fundamental” para completar la infraestructura del predio y les otorguen el crédito; “pero ya venimos hace mucho tiempo con esto, agotando todas las instancias. Y simplemente estamos solicitando algo que nosotros vamos a pagar, porque el lote y la infraestructura la tenemos que devolver con las cuotas a treinta años”.
Lo cierto es que tanto el precio de los lotes como de las cuotas se quintuplicaron y el crédito que les otorga el Banco “a esta altura no alcanza”. De hecho, “hay familias que tienen la plata contada”, por lo cual ya no se puede especular más con los atrasos.
Pero retomando la obra final que le corresponde enteramente al Municipio, uno de los damnificados, Miguel Castro, señaló que el dinero no sale del ámbito local, sino de Nación, y para ello es necesaria la gestión. Y, “hasta tanto no se finalice la misma, no podemos empezar con el proceso de escrituración y demás trámites”.
“Gabriel Marotte debería pensar lo que dice”, argumentó Castro, recordando la frase del subsecretario de Tierra, Hábitat y Vivienda cuando dijo “si esperaron todo este tiempo, pueden esperar un poco más. Y esto así como se lo planteamos a él se lo manifestamos al secretario de Obras y Servicios Públicos, Ricardo Ditler y otras autoridades, pero no lo entienden".
A esta lucha, indicaron, también se suma la que tienen con el Banco donde “se hace muy difícil subir los documentos y no tenemos ayuda de ningún lado”.
La finalidad, entonces, es “llegar a tener el crédito y el corte que hicimos no es porque estamos en contra de las autoridades o del intendente, sino porque no damos más. La paciencia tiene un límite”.