Este viernes ha comenzado formalmente la tradicional Fiesta del Vino de la Costa en nuestra ciudad, organizada por la Municipalidad de Berisso, donde los visitantes podrán disfrutar y  conocer las producciones locales, así como disfrutar de artistas, stands de comidas típicas, artesanías y demás.

Aunque la polémica sugestivamente se ha dado en torno a la organización del evento y principalmente con actores locales quienes deberían ser los mayores considerados a pesar de lo económico, ya que al tratarse de instituciones educativas o emprendedores de  Berisso, se espera que la comuna local contemple la importancia de ellos, aunque fue un hecho que no se dio.

Por un lado, el grupo de artesanos locales ha salido a denunciar a través de las redes sociales que se han sentido humillados, mientras que les impusieron un costo de  mil pesos para instalar sus stands, y que el lugar ofrecido se trataba de un espacio externo frente a los baños.

En esta misma línea, BerissoCiudad ha mantenido contacto con integrantes de la Cooperadora de la Escuela Agraria de nuestra ciudad, quienes año tras año exhiben dos stands, uno institucional donde se muestran los trabajos de los alumnos y otro desde la Cooperadora de la escuela, dedicado a la venta de comidas.

Este viernes y de forma sorpresiva les indicaron que el stand para la venta de comida estaría afuera del predio techado, al llegar al lugar comprobaron  esta situación con un clima inestable y con artefactos eléctricos, hecho que pondría en riesgo tanto a padres y alumnos que colaboran.

Al respecto, un integrante manifestó: “si nos hubiesen aclarado antes que íbamos a estar afuera, hubiésemos contemplado una carpa, o algo, pero esto de llegar así es una locura. El dinero que recaudamos lo utilizamos para la propia escuela donde almuerzan 105 alumnos y el Estado solo nos dio cupo para 40”.

“Tratamos de darle a diario comida y menú de calidad para eso es nuestro esfuerzo, en definitiva completamos lo que el propio Estado no nos da”, prosiguió.

Luego se supo que al dirigirse al secretario de Producción Carlos Carrizo y explicarle el riesgo que significaba tener un puesto al aire de libre, la desafortunada respuesta del funcionario fue: “bueno, que trabajen solo los padres. Los que están adentro es porque pagaron”, mostrando un claro desprecio a una querida institución de nuestra ciudad y una lógica mercantilista en un evento de nuestra ciudad.