Vecinos de una de las arterias más transitadas de la ciudad, la calle 12 en Punta Arenas, expresan su creciente preocupación ante la formación de una grieta que se expande peligrosamente día tras día. La fisura, ubicada cerca de la intersección con la calle 166, ha pasado de ser una simple ruptura en el pavimento a convertirse en una fractura de gran magnitud, presuntamente debido al intenso tránsito de ómnibus, camiones, camionetas, automóviles y motocicletas, así como vehículos oficiales municipales y policiales.
Más allá del evidente deterioro de la calzada, lo que más inquieta a los vecinos es el riesgo potencial para los servicios básicos de la zona. Según información extraoficial, desde los números impares de la calle 12 parten los servicios de agua, cloacas y gas hacia los domicilios de los números pares, lo que podría generar filtraciones peligrosas en caso de que la grieta afecte las cañerías.
La posibilidad de un escape de gas es uno de los escenarios más alarmantes, ya que podría derivar en una explosión con graves consecuencias para las viviendas cercanas y sus habitantes. Asimismo, un colapso en la red de agua potable dejaría sin suministro a numerosos hogares, mientras que un problema en el sistema cloacal podría ocasionar serios inconvenientes sanitarios.
La ubicación de la grieta hace que el peligro se multiplique. Frente a la fisura se encuentran una farmacia, una óptica y una clínica de atención ocular, además del Instituto Médico Argentino y la sede del Sindicato de Empleados Municipales. A pocos metros, en la Avenida Montevideo, se encuentra la Escuela N° 2, lo que significa que cientos de niños y adultos transitan diariamente por la zona. Con el inicio del ciclo lectivo, el flujo peatonal se ha incrementado, sumando otro factor de preocupación para la comunidad.
Los vecinos advierten que, de no tomarse medidas inmediatas, la situación podría derivar en un colapso vial y sanitario. Un eventual cierre de la calle por un hundimiento afectaría la circulación normal, generando caos en las arterias cercanas. Por ello, exigen a las autoridades municipales una pronta intervención para evaluar el estado del pavimento y evitar que el problema se agrave aún más.
En este sentido, sostienen que la mejor manera de evitar un desastre es anticiparse a él. La grieta en la calle 12 no es solo un signo de deterioro urbano, sino una alerta temprana de un peligro latente que requiere acción inmediata.