Cansados de ser víctimas de hechos delictivos, un grupo de vecinos de nuestra ciudad intentó hacer “justicia por mano propia”. Es que lograron capturar a un menor de 17 años, reconocido como autor de varios delitos en las últimas semanas.

En cada ocasión que la policía logró aprehenderlo, la modalidad se repitió en cuanto a la orden judicial: “entregar de inmediato el menor a sus padres”. Y la historia se repite una vez más.

No es la primera ocasión en la que son las propias víctimas quienes avanzan sobre el menor y su familia, quedando todos bajo la “ley de la selva”.

El Estado y la Justicia

El caso, si dudas, abre un sinfín de interrogantes en relación al rol del Estado en estas circunstancias. La Municipalidad de Berisso cuenta con el Servicio Local de Niñez Adolescencia y Familia, que depende de la secretaria de Promoción Social, Victoria Curutchet. En este sentido, no se ha informado qué tipo de intervenciones se tuvieron con el menor y su familia.

Se rigen bajo las normas de la Ley provincial 13298, que establece la “Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños”. Las imágenes muestran que el destino de este menor, lejos está del espíritu que marca la ley.

¿Qué falta?, ¿Cómo no puede el Estado frenar a tiempo para no llegar a estas circunstancias límite? ¿Se pudo intervenir con la familia? ¿Y ahora qué harán?

El menor Benjamin A., actualmente se encuentra hospitalizado debido a las lesiones severas recibidas en las últimas horas, luego de ser encontrado merodeando por los techos.

Su madre hace semanas declaró que ella misma había solicitado la urgente internación de su hijo. ¿Qué pasó después? Se desconoce si alguna autoridad se acercó a su domicilio.

Los vecinos deben llegar a estas circunstancias, para defenderse. Ahora resta esperar el accionar de los diversos organismos para frenar esta ola de violencia.