Quiero hacerle llegar a los lectores la situación de este lunes en el Banco Provincia. Siendo las 9.30 me dirijo a la sede de calle 4 y Montevideo a la espera del horario de apertura, teniendo en ese momento entre 10 y 15 personas por delante.
Nos hicieron pasar, formamos fila y sacamos número. Miro el visor que marcababa el 104 y yo tenía el número 122. Comenzaron a llegar ancianos, gente con capacidades diferentes (total prioridad, incluida), pero como puedo esperar, espero.
En la misma fila, ocho lugares después, dos personas con uniforme policial, cuando había una discapacitada motriz esperando, una mujer embarazada y bebés en brazos. Gente de tercera edad sobre todo, apenas si pueden caminar.
Le digo al señor policía de la puerta: “discúlpame, siendo las 11:45 teniendo el número en mano y no me atienden pasado 5 personas que no tenían ninguna prioridad. Me hace el gesto de ‘chito cállate la boca’” .
Delante mío pasan estas dos personas y una sentada esperando, sale y le dice “andá a cobrar”.
A lo que voy: la gente se caga en la gente, no respeta y al irme le dije al “policía” que no debía faltarme el respeto así con un gesto como si estuviera hablando con un par. Me dice “si cobraste retirare y callate la boca”.
Le dije “discúlpame, pero te estás pasando de la raya, te hablo bien y te alterás y estás trabajando cuidando en el banco”. Se acerca un compañero y me invita afuera, para todo esto tenía a mi nena agarrándome la mano.
Le digo “tu compañero se está desubicando, le dije que por favor se saque el gesto de callar a la gente”. Y replica: “acá nos manejamos así”. A lo que insiste: “discúlpame, estás hablando con una mujer.A quién dejo pasar y cobre es cosa mía. Perfecto, pero, ¿para qué carajo saco con número y espero más de una hora?, yo también quiero ir a mi casa rápido, pero las personas que hiciste pasar pueden esperar al igual que yo. Y las personas con discapacidades, no.
Me angustié al salir del banco porque se te cagan de risa. Pero cuando yo esté por la calle y vea que está basura anda sobrando a cualquier persona me voy a acercar y le voy a decir que hay millones de maneras de hablar y dirigirse a un ciudadano. Si hablás con educación, del otro lado también lo vas a recibir.
Se creen que por tener un arma al costado del cuerpo te debés arrodillar. No todos son iguales .Pero a quien no le pasó ser basureado y sentir que no te salen las palabras para dirigirte de la misma manera.
Jacquelin