En BerissoCiudad en Radio dialogamos con Facundo Oliva, subteniente de policía y testigo en la causa de Nadia Ibarra, en torno al acoso sexual perpetrado por el exjefe de la Departamental, Daniel González.

"Todo comenzó hace dos años, yo le salgo de testigo. Automáticamente a los dos nos trasladan", contextualizó.

Ante esta situación, reveló que no le dieron "explicaciones" y precisó: "me trasladaron cinco veces en un año, ya fuera de la jurisdicción de Berisso. Me imagino que este tipo tiene tanto poder que maneja mi traslado desde la casa, por ninguno de ellos me dieron motivos".

"En el último me trasladan de La Plata a la Cuarta, hasta Ponsati, pero yo ahí no me quedaba, hacia `patito´, una jerga policial en el que se hace triangulación. Paso por ahí y sigo a otro destino el cual era Barrio El Peligro", anexó el subteniente.

En la constante búsqueda de una respuesta sobre está situación, recalcó: "me dijeron `no sé flaco a mi me dijeron ́ hoy no estoy yendo a trabajar tuve que sacar carpeta porque me queda lejísimo".

"Hoy estoy complicado en mi trabajo porque me quieren hacer un sumario y posteriormente, no sé si me van a echar. Yo no puedo perder el trabajo porque no hice nada malo", argumentó.

Lo único que hizo, según sostuvo, "fue salir de testigo en una causa de acoso, hice algo que me parece que es correcto".

"Primero quiero que me solucionen mis problemas administrativos y en lo judicial que la causa siga, se mueva rápido y que se castigue a los culpables. Quiero volver a mi vida normal", anexó el uniformado.

"Necesito tener mi trabajo, el cual lo tengo hace 16 años sin ningún tipo de problema y que se haga justicia con lo de Nadia", acentuó el subteniente Oliva, quien luego admitió que ser testigo en la causa le "produjo muchos problemas".

En ese sentido, se refirió que para poder tener ingreso para su economía "cada dos por tres salgo con el taxi de un amigo que me presta para ver si puedo solucionar mi economía, no puedo perder mi trabajo y tengo 16 años de servicio".

Finalmente, denunció que está recibiendo una persecución constante y que en un momento en plena calle, el propio González le "exhibió su arma".

"Acá en Berisso nos conocemos todos. Él debe saber donde vivo, donde no estoy, donde estoy, yo tengo miedo por mi familia", sentenció.