La fiesta sin fin

Del Bosque a Berisso

El pueblo villero festejó en el estadio y luego se volcó a las calles para darle la bienvenida al plantel, al que fue a buscar hasta 60 y 118 un autobomba. En las tribunas, más 15 mil personas, y en la noche caliente, otros tantos.
El pueblo villero festejó en el estadio y luego se volcó a las calles para darle la bienvenida al plantel, al que fue a buscar hasta 60 y 118 un autobomba. En las tribunas, más 15 mil personas, y en la noche caliente, otros tantos.

BERISSO, Mayo 19.-(BerissoCiudad.com.ar) Fiesta, lo que se dice fiesta, se vivió anoche del Bosque a Berisso. Sí, con B de B Metropolitana. En la cancha de Gimnasia, en todo el trayecto que une La Plata con la ciudad celeste, y en la sede del club. Villa San Carlos salió campeón, y nadie se quiso perder el día más feliz de la historia.

 

No se quedaron mucho tiempo en el estadio Juan Carlos Zerrillo. Lo justo y necesario. Después de la vuelta olímpica y los festejos en el vestuario, llegó el momento más esperado. No volvieron en un micro sino en un autobomba que se abrió paso desde la ciudad del inmigrante unos minutos antes de la finalización del clásico. Engañaron a la caravana de hinchas al tomar por la ex Río de Janeiro, y se fueron rumbo a la sede en Montevideo y 25.

 

Durante el día la ciudad estuvo paralizada por la gran expectativa, y por la noche hubo una gran movilización popular. Todos de celeste y blanco, claro, fueran o no hinchas de la Villa. Porque ayer festejó Berisso. Hasta los de Estrella, como el histórico Pochi García, saludó a los campeones.

 

Chicos y grandes, hombres y mujeres, abuelos, padres, nietos: todos se juntaron para gritar “dale campeón”. Un grito contenido desde 2002, cuando aquel equipo conducido por Don Gorostieta ascendía a Primera C y dejaba atrás para siempre la D.

Igual, la gesta deportiva no tiene comparación. Y así lo entendió el pueblo villero, que se amontonó al paso de los jugadores para agradecer el ascenso y celebrar junto a los héroes de hoy, de mañana y de siempre.

 

Un día inolvidable para las familias París, Valdéz, Ré, Rodríguez, Kriwiña, Monasterio, Fernández, entre tantas otras identificadas con los colores, la historia y el crecimiento del club. Sólo algunos apellidos que representan la pasión por la Villa.

 

A partir de ahora ya nada será igual. La B Metropolitana espera. El fútbol profesional recibe al Celeste. Todo un desafío. Una realidad impensada pocos meses atrás. Pero ya habrá tiempo para pensar en eso. Por las calles de Berisso todavía suena el “dale campeoooón”. Es hora de festejar, señores. Un campeonato no se gana todos los días.(Fuente: Diario HOY)

 

Comentarios