Este martes, BerissoCiudad en Radio dialogó con Gastón Suárez, enfermero y boxeador local que peleará en los Estados Unidos. El púgil le contó a este medio sobre su labor dentro del Hospital Larraín y su pasión por el deporte.
A la hora de cómo transitó la emergencia sanitaria en su labor como enfermero intensivista del nosocomio principal de la ciudad, expresó que “dentro de todo fue bastante bien, pero la pandemia fue durísima”.
“Era algo nuevo para el mundo”, resaltó y puso de relieve que durante ese año y medio de luchar contra el coronavirus “el miedo era por nuestra familia” y que “la contención era entre nosotros”, haciendo mención a sus compañeros enfermeros.
Contó que les “tocó de muy cerca” ya que lo duro fue “ver morir una compañera”, y que a su vez vieron “morir a una familia”.
“Hace bastante que no tenemos casos en terapia” y que lo pasó “fue un año y medio muy triste”, reflexionó.
El boxeador de Villa Nueva tiene 32 años y es peso ligero. El próximo 14 de mayo y en el estadio de Mississippi se medirá ante Devin Cushing, representando al país y a la ciudad de Berisso en particular.
“Es hora de probarnos con los mejores del mundo”, subrayó en la previa del combate ante el norteamericano. Sobre el contrincante, expresó que “es un rival de alto nivel. El fin de semana estuvimos viendo peleas de él, lo estudiamos y no le podemos errar en nada”.
De todos modos, se esperanzó: “Estamos bien preparados” para hacer una gran pelea. “Estoy convencido que voy a ganar”, sentenció Gastón.
El próximo martes estará viajando a Estados Unidos junto a su entrenador y padre Carlos Suárez y su preparador físico, Gerónimo Parodi.
Consultado sobre cómo se lleva con el miedo, reconoció: “Es lo mejor que me pasó en la vida” y “hay que saber usarlo”.
“No quiero perder. Me da miedo perder, por eso me preparo al 100 por ciento”, enfatizó el boxeador.
Por otra parte, sostuvo que “está bueno que se fomente al deporte” pues “un chico que hace deporte lo ayuda en la parte cardiopulmonar, se desarrolla mejor, piensa mejor y se contagia de las cosas buenas”.
Lo más triste que está observando es “que no juegan a la mancha, no juegan al fútbol, no hacen nada; lo único que prioriza es el celular”.
En referencia al boxeo y a los futuros pugilistas locales, felicitó por sus últimas peleas a Adriano Grecco y a Luciano Quintana. Dijo que “ellos son el futuro, se van formando para ser profesionales” y “deben tener un mejor apoyo que yo”.
En esa sintonía, Suárez aclaró que está en sus últimos dos años dentro del deporte ya que “los golpes no son caramelos”. Además, su combinación de sus trabajos no le permite dedicarle al ciento por ciento. “Yo le dedico un 70 por ciento, estoy casi de vuelta”, cerró.