El pasado 21 agosto, Berisso vivió un domingo negro tras el incendio de una casa, ubicada en 166 entre 13 y 14. En ese siniestro fallecieron un niño y dos adolescentes.
La dueña del lugar, Vilma Santillán, nos contó sobre la situación que vivieron en la última semana, en la que intentaron desalojarla del lugar.
El viernes pasado a las 20 horas, su hijo sufrió un apriete de "15 matones que vinieron con palos, cadenas, hasta con cuchillos. Lo cagaron a palos. Le robaron el celular, nos rompieron todo. Hicieron un desastre".
Sobre la situación en sí, comentó que "estaban esperando que yo me retire", y así se encontraron con el hijo que se encontraba sólo. En la vivienda Vilma vive con familiares desde "hace 30 años" y que los que se hicieron presentes son "supuestamente los dueños".
Aunque remarcó que a ella el lugar se lo dio una persona amiga que se fue "a Uruguay, iba hacer un trabajo y desde ahí no la vimos más".
Desde aquel momento trágico, los vecinos ayudaron con diferentes donaciones para la reconstrucción de la vivienda. "Son solidarios, son todo corazón. De eso no nos podemos quejar", ponderó.
Ella espera que "se empiecen las obras de la casa", dado que la semana pasada "nos pusieron la luz".
"Queremos una solución rápida", insistió y pidió: "Ojalá que venga alguien, que nos diga 'te venimos ayudar' porque falta la mano de obra", cerró.