Este jueves, la comunidad educativa de la Escuela N° 18, sita en 176 y 38, concretamente un grupo de padres y madres, se autoconvocó en el establecimiento educativo en función de la preocupación que los atañe, teniendo en cuenta que el edificio está deteriorado y los arreglos que se están llevando a cabo en el techo, luego de que el 17 de diciembre se volara, van a paso lento y a contra reloj.
En este marco, fueron recibidos por María Andrea Balquinta, vicedirectora de la Escuela, mientras que habiendo convocado a integrantes del Consejo Escolar ninguno se hizo presente. Sí se hicieron presentes Gabriel Miráz, secretario Adjunto de UDocBA y Floreal Prieto, secretario general del SUTEBA, como representantes de los gremios docentes en Berisso.
El inicio del ciclo lectivo es el próximo 5 de marzo y teniendo en cuenta las condiciones de deterioro interno -la escuela estuvo más de un mes sin techo- se vislumbra una gran dificultad para el cumplimiento de estos plazos.
La Escuela N° 18 tiene los baños en pésimo estado, las paredes con humedad, el tendido eléctrico colgando al límite de cualquier incidente, agua en el interior del edificio y un techo que se repara a cuenta gotas, con trabajadores del área de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires que cumplen jornadas laborales solo hasta el mediodía.
Los padres en los próximos días se presentarán en el Consejo Escolar para exigir a las autoridades un compromiso escrito. Para esto juntarán firmas entre la comunidad educativa.
“Esto va a tardar, no tiene solución, son tres operarios trabajando. Tendrían que haber mandado una empresa. Esto va a llevar tiempo y vamos a ir al Consejo para ver si nos dan más precisiones, ayer (por el miércoles) citamos al Consejo a ver si se presentaban ahora pero no vino nadie”, comenzó relatando una de las madres presentes.
De esta manera, remarcaron la tardanza en el inicio de la obra para la reparación del techo teniendo en cuenta que hace casi dos meses que el techo se voló, la escuela se inundó en reiteradas oportunidades y el panorama es desalentador.
“Las autoridades de la escuela piensan que no van a llegar para la fecha del inicio de clases, a no ser que manden una empresa con varia gente. Tres personas no pueden levantar una escuela que adentro es un desastre, terrorífico”, indicaron los padres, mientras cerca de las 12 del mediodía los operarios del Ministerio se retiraban, ya que cumplen a reglamento un margen horario.
Los padres también expusieron que mediante la difusión de la problemática de la escuela consiguieron la llegada de más chapas que eran de suma necesidad. “Recién hoy (jueves) y porque llamamos a los medios, entraron cinco chapas”, dijeron con desazón.
Mientras tanto, los alumnos de la Escuela N° 18 que se encuentran realizando los compensatorios lo hacen en la Escuela N° 22 de la ciudad de Berisso. Y aquellos que deben iniciar el próximo 5 de marzo, por el momento y de no llegar a concluir las obras, no tienen ningún tipo de alternativa por parte de las autoridades competentes.
“Los chicos están angustiados frente a esta incertidumbre, no se quieren cambiar de escuela y tampoco hay lugar en otros establecimientos. Hay chicos que hace años están viniendo a esta escuela, yo no lo voy a cambiar y tampoco puede estar mi hijo un año sin clases”, profundizaron los padres al unísono.
Por su parte, Gabriel Miráz precisó que “estamos acompañando a los directivos porque han dado explicaciones del pedido de los padres respecto al siniestro de la madrugada del 17 de diciembre y los directivos tienen que demostrar frente a las afrentas de la presidente del Consejo Escolar (Elizabeth Franchi) que los mandó a ocuparse de lo pedagógico”.
Asimismo, aseguró que se presentaron unimerable cantidad de notas tanto desde la escuela como desde los gremios.
“Hoy mágicamente aparecieron chapas y cosas. Pero ahora a las 12 dejaron de trabajar y habiendo escuchado un audio de la presidenta del Consejo le dice al personal de la escuela que no se puede trabajr con 35 grados de calor. Es sorprendente porque con ese criterio tiramos a la basura el trabajo del techista, el patrullero no anda más porque no tiene aire acondicionado. Esto muestra el grado de irresponsabilidad que hay en materia de infreaestructura en educación en este distrito”, arremetió Miráz.
“Las condiciones son malísimas, los padres quedaron azorados. Los chicos tienen que ir a las Escuela Nº 22 a compensar y eso implica un seguro, además de que muchos padres no pueden llevarlos”, dijo.
Y agregó que “es una vergüenza tanto el oficialismo como la oposición en el Consejo Escolar, tiene una franja etaria representados todos los sectores políticos y tienen un temor fantasmal ante personas".
"Los padres tienen que ir al Consejo a reclamar”, sentenció, dando cuenta que es ese organismo quien debe dar respuestas y tanto la oposición como el oficialismo deben tomar las riendas del asunto.