BERISSO, Agosto 27.-(BerissoCiudad.com.ar) Hace 80 años que Raúl Carboni es vecino de Berisso. Vivió los momentos de esplendor y bullicio de la calle Nueva York y de los frigoríficos funcionando a toda máquina; pero, sobre todo, vivió el peronismo y el histórico 17 de octubre de 1945, cuando, siguiendo a su padre, se encolumnó detrás de las filas que salieron de Berisso rumbo a Plaza de Mayo para pedir la liberación del general Juan Domingo Perón.

En diálogo con Hoy, este militante peronista desde los 13 años relata con emoción su participación en uno de los acontecimientos más significativos de la historia argentina.

“Ese día estaba junto a dos chicos más, y por la curiosidad que teníamos de pibes salimos detrás de la caravana que venía de Villa Sur en Berisso”, dice, al tiempo que asegura recordar los bombos y los gritos de ¡Viva Perón!”.

“Cada vez más, la gente se iba acoplando. Yo seguía a mi padre que también se había encolumnado con el Sindicato de la Carne y así llegamos hasta La Boca. Allí encontré a mi padre, que no sabía que lo seguía, y cuando me vio me preguntó qué estaba haciendo ahí. Lo tomé de la mano y dije: No me separo más”.

En las primeras horas de esa emblemática tarde, varias columnas confluyeron en Avellaneda ante el puente que se hallaba cerrado. Minutos después, las pasarelas bajaron y la muchedumbre se lanzó para pasar al otro lado. De ese momento, Carboni relata: “Allí la gente cruzaba el Riachuelo como podía, había quienes cruzaban a nado; otros, como mi padre y yo, cruzábamos arriba de un tablón”.

Las escenas vividas en Plaza de Mayo, la histórica imagen de las “patas en la fuente”, la salida al balcón de Perón, son recordadas como “algo que no se puede contar con palabras”. “La plaza estaba desbordada, era un griterío infernal. Aún no me lo puedo explicar después de tantos años que pasaron, porque no había sólo peronistas, era gente de pueblo, eran trabajadores que veían en Perón una esperanza, porque en ese entonces los trabajadores estábamos en el fango”.

Carboni comenzó su militancia por curiosidad y escuchando las reuniones políticas de su padre. Respecto de la militancia política de los jóvenes hoy, asegura que “ya no es como antes, porque no los veo muy involucrados en política”.

El reconocimiento

Carboni nació y vivió en la ciudad vecina de Berisso y, al igual que su padre, trabajó en los frigoríficos Swift.

“Yo fui diariero, repartí leche con el caballo y un carro, hasta que a los 18 años empecé a trabajar en el frigorífico por mandato de mi padre”, recuerda.

Respecto del peronismo, asegura que “antes de que llegara Perón con todas sus reformas y beneficios para el obrero, se trabajaba sin derechos. Todos los beneficios dados al trabajador antes no existían, estábamos en el barro, no éramos nadie y teníamos la cabeza pisoteada por los terratenientes que gobernaban el país”, opina.

El último 4 de agosto, Carboni fue reconocido por su trayectoria como militante peronista. El galardón fue hecho por la Municipalidad de Berisso y el Partido Justicialista local.

Ese día recibió una plaqueta, en la que se dejó testimonio de su trayectoria y su participación en la movilización del 17 de octubre de 1945.

“Realmente no me esperaba este recibimiento”, dijo Carboni, “aquí hay amigos de toda la vida, del trabajo y del peronismo”.

Los festejos en la ciudad de Berisso

Cada año, la tradicional e histórica calle Nueva York revive aquel 17 de octubre.

Esa celebración se lleva adelante desde 2006 de la mano de la Asociación de Vecinos de Calle Nueva York, organismo que impulsó la organización de esa fecha en la que la masa de trabajadores se movilizó a Plaza de Mayo para pedir la liberación de Perón, preso en la isla Martín García.

La festividad no se vincula específicamente a lo político partidario, sino al protagonismo de Berisso y de esa calle, en una movilización y reclamo masivo que modificó la historia del país.( Fuente: Diario Hoy)