Política

YPF: Nuevos movimientos, viejos problemas

Los Eskenazi buscan adquirir otro 10% de las acciones de Repsol, en una extraña operación. Mientras, la firma sigue contaminando en el polo petroquímico de Ensenada y mantiene en vilo a 25 mil extrabajadores.
Los Eskenazi buscan adquirir otro 10% de las acciones de Repsol, en una extraña operación. Mientras, la firma sigue contaminando en el polo petroquímico de Ensenada y mantiene en vilo a 25 mil extrabajadores.

BERISSO, Abril 07.-(BerissoCiudad.com.ar) La familia Eskenazi ya tiene desplegada la estrategia para quedarse con un cuarto de YPF, perteneciente al Grupo Repsol. Todo indica que lo logrará sin riesgo y con mucho rédito. Mientras esta empresa estrechamente vinculada al kirchnerismo avanza cada día más con sus negocios, la contaminación de Ensenada y la región por parte de la planta de refinería, la de división de gas licuado y la petroquímica que la firma posee en el polo petroquímico no se detiene, según corroboró un grupo de expertos de la Universidad Nacional de La Plata.

 

Andrés Porta es el responsable del Proyecto Contaminación del Aire y Salud Infantil, y a partir de una serie de relevamientos comprobó que los niños que viven alrededor del polo petroquímico de Ensenada padecen más enfermedades pulmonares que niños que habitan en otros sectores del distrito. Según los datos obtenidos por Porta y su equipo, mientras casi el 25% de los niños encuestados en Ensenada tiene dificultades respiratorias o alguna enfermedad relacionada, la cifra cae notablemente en La Plata (11,5%) y City Bell (10,5%), según el informe al que tuvo acceso este medio.  

 

Si bien desde el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) realizan informes cada quince días sobre la contaminación en el polo petroquímico, los expertos consideran que existe un atraso en la legislación vigente que, en muchos casos, hace que los controles no sean eficaces.

 

Operatoria

 

En 2008, gracias a la obtención de créditos y financiamiento externo, los Eskenazi lograron quedarse con el 14,9% de YPF por una suma cercana a los 2.200 millones de dólares. Aquel contrato fijaba que la firma argentina tenía la posibilidad de adquirir otro 10% del paquete accionario de Repsol durante los próximos cinco años.

 

Antes de que se cumpla ese plazo, la familia Eskenazi ya anunció su intención de alcanzar el 25% de las acciones y encuentra en Repsol una empresa que está en plena retirada y con intenciones de vender al menos una parte de la compañía petrolera.

 

Según las internas de la transacción que trascendieron en las últimas semanas, YPF logró que un consorcio formado por los bancos Itaú, Credit Suisse, BNP Paribas, Standard Bank y Citi se encargara de financiar el 52% de la operatoria, mientras que del 48% restante se haría cargo la propia Repsol, con un préstamo en dólares a cinco años, cuya garantía estaría financiada por el vendedor, es decir, la propia Repsol. Lo harían con un préstamo en dólares a cinco años de plazo, que tendría como garantía acciones de la petrolera. En síntesis, un negocio redondo, si se tiene en cuenta que en 2010 la empresa facturó 4.693 millones de euros, tres veces más que la ganancia de 2009.

 

Mientras todo esto ocurre, más de 25 mil trabajadores que pertenecieron a la empresa cuando era estatal y fueron despedidos durante la década menemista, de los cuales alrededor de seis mil son de La Plata, Berisso y Ensenada, aguardan desde hace veinte años que la empresa reconozca a los trabajadores como accionarios, algo que se estableció en el contrato y jamás fue cumplido.

 

En medio de esta larga lucha judicial, muchos de los trabajadores que aguardan que la empresa reconozca su legítimo derecho murieron y otros padecieron severos casos depresivos a quienes les costaron su familia.

 

Una empresa de casi 80 mil millones

 

La capitalización de mercado de la empresa es de 79.842 millones de pesos (casi 20 mil millones de dólares), según los datos difundidos por la agencia Bloomberg. Con estas cifras, el dinero que deberá desembolsar la familia Eskenazi para quedarse con otro 10% de la empresa (o al menos que otros deberán desembolsar por los empresarios) es algo más de 1.900 millones de dólares.

 

Sin embargo, algunos trascendidos indican que la negociación que están realizando Enrique Eskenazi y el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, sería por una cifra cercana a las 1.500 millones de dólares.

 

Menos reservas: Contexto complicado para el petróleo

 

En medio de las negociaciones entre YPF y Repsol, un grupo de ocho exsecretarios de Energía de la Nación difundió un duro documento en el que advierte la posibilidad de que las reservas petrolíferas del país se agoten en los próximos cinco años.

 

“El problema principal en el sector energético es la disminución de la producción de petróleo y gas: la caída de las reservas, que obedece a una falta de inversión en estos años”, dijo el exsecretario de Energía Jorge Lapeña. Según Alieto Guadagni, otro exsecretario, de mayo de 2003 a diciembre de 2010 la producción de petróleo cayó el 32%. “Se extrae gas y petróleo, se consumen las reservas y no se repone porque no hay exploración; actualmente, toda la política petrolera es política de amigos”, denunció.

 

Venta de acciones: Repsol pretende quedarse con el 51%

 

Desde hace tiempo, Repsol busca desprenderse de acciones de YPF para quedarse con el 51%, el mínimo posible para mantener el control de la empresa. Y a finales del año pasado inició un férreo camino hacia ese objetivo. En noviembre, cuando la empresa española tenía el 83,4% de la compañía, anunció la colocación de un 0,6% del capital de YPF en la Bolsa de Nueva York y logró desprenderse en ese mercado de un 15% de la filial argentina.

 

Este mes logró colocar el 6,67% de los títulos en otra empresa. Si a esto se le suma el 10% que pretende comprar su socio argentino, Repsol estaría cerca de conseguir su meta y quedarse con poco más del 50% de la compañía.(Fuente: Diario HOY)

 

 

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