La Dirección de Control Urbano procedió a clausurar dos fiestas clandestinas que se realizaron pese al aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus.
Respondiendo a denuncias anónimas, personal del área, junto a efectivos policiales, se acercaron a una quinta ubicada en calle 32 y 178 (acceso a Palo Blanco), donde constataron la presencia de 48 vehículos y más de 100 personas, muchas de ellas en estado de ebriedad, sin barbijo e incumpliendo todos los protocolos sanitarios.
Asimismo, se informó que en la jornada del domingo se procedió a desarticular una segunda fiesta clandestina, en esta oportunidad en 29 y 177, donde se encontraban reunidas más de 60 personas.
En ambos casos se realizaron las actas correspondientes por infracción al artículo N° 44 del Código Contravencional 1407/90, quedando ahora las actuaciones en manos del juzgado competente.
Es importante remarcar que por decreto presidencial y en pos de proteger la salud pública, las reuniones sociales de esta índole están prohibidas ya que son consideradas uno de los principales focos de contagios de COVID-19.