BERISSO, Noviembre 28.-(BerissoCiudad.com.ar) Este portal de noticias dialogó con una estudiante berissense de UNLP, Lucía Pires, que está desarrollando una investigación sobre los niveles de deserción estudiantil y la crisis del sistema educativo en nuestra ciudad.
“Intento dar cuenta de cómo los distintos recorridos educativos que realizan los cinco estratos sociales sujetos a ingresos familiares, como trabaja el Ministerio de Educación, son contrastantes. Los hijos de quienes tienen los ingresos más bajos, por lo general, no acceden a la educación inicial”, explicó Pires.
“Un gran porcentaje de ellos termina la primaria, aunque en mayor cantidad de años de los que se prevé, y no intentan ingresar al secundario. El segundo segmento completa el inicial, la primaria e ingresa al colegio secundario, pero deserta, casi en su totalidad, en los primeros años”, agregó.
En tanto, aseveró que la tercera capa, que aún se encuentra por debajo de la clase media, ingresa al colegio secundario con mayores posibilidades de éxito “de este grupo, el 63 por ciento finalmente abandona”.
Según las últimas declaraciones del actual Ministro de Educación Alberto Sileoni, el 50 por ciento de los jóvenes se encuentra en esta situación. El cuarto estrato económico alcanza estudios terciarios y, en un porcentaje menor, estudios universitarios. Por último, los hijos de los que más ganan completan exitosamente, en su mayoría, desde estudios universitarios hasta postgrados en el extranjero. ¿La educación es para todos?
Frente a las declaraciones de la estudiante, BerissoCiudad realizó entrevistas a jóvenes de nuestra ciudad, quienes corroboraron los datos brindados. Uno de ellos, explicó que tiene 23 años y nunca terminó el secundario, pero casi nadie se escandaliza: a él le pagan por hacer lo que le gusta. Terminó la primaria en
Otro de los jóvenes entrevistados manifestó que había intentado, hace dos años, cursar la carrera de Profesorado en Educación Física, pero abandonó. “Sentía que no estaba preparado. En el secundario no me habían enseñado un montón de cosas que en la facultad se daban por sabidas y yo vivía yendo a profesores particulares hasta que no quise ir más”, reconoció.
Explicó que en el secundario no le exigían con ese nivel, y que era un tema muy recurrente entre sus compañeros. “Los que habíamos empezado algo de mi grupo, dejamos casi todos: hay uno que todavía estudia en una terciaria, pero le estamos contando el tiempo”, dijo con una risa.
¿Quién tiene la culpa?
Entre las asignaciones presupuestarias, recientemente aprobadas por
Si bien esta ley se propone mejorar la eficiencia en el uso de los recursos con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades de aprendizaje, apoyar las políticas de mejora en la calidad de la enseñanza y fortalecer la investigación científico-tecnológica, reafirmando el rol estratégico de la educación, la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico y socio-cultural del país.
Las estadísticas marcan que no se trata sólo de asignación presupuestaria sino de un compromiso ético y moral con una educación que contemple las necesidades estructurales que tiene el país. (BerissoCiudad.com.ar)