Una semana políticamente alborotada en Berisso. Como si hubiera elecciones partidarias (y todos sabemos que no las habrá). Hoy se percibe fuertemente que se busca partir al Partido Justicialista. Quizás habrá que ver que son los mismos de siempre los que se movieron saltando de un espacio a otro tratando de pescar  el bizcocho y buscando acomodarse en lugares de poder.

La oposición, mientras tanto, buscando hacer pie, pero le falta. Ni siquiera aprovechan el desmadre del peronismo. Está aún medio verde.

La ciudad no para y también hay lugar para los relatos salvajes, en esta sociedad berissense que quizás se está sumando al común denominador de las grandes urbes y está sacando a relucir la poca tolerancia que nos quedó.

Miles de millones en obras que hoy son solo teoría

La novela política pasa en Berisso frente a los ojos del intendente Fabián Gustavo Cagliardi, quien parece estar al pendiente de otras cosas.

La política y su rosca definitivamente al jefe comunal le pasan por el costado. “No tengo idea por qué bajaron la otra lista, yo quería competir”, fue lo único que expresó al respecto a este mismo medio y -oídos sordos a las acusaciones de autoritarismo y proscripción- siguió intentando sacar a relucir convenios.

A las palabras -para los vecinos desgastados y hartos de las promesas- no se las lleva el viento, y el político termina siendo preso de las mismas: hablamos de los miles de millones que se anunciaron en obras. Hoy sólo meros anuncios, excepto tal vez la Avenida del Petróleo como la gran obra.

Quizás el intendente no cayó en cuenta de la presión, de que a los vecinos no se los convence con el discurso y el anuncio. Sólo hay que prestar atención a lo que pasa con la Técnica 2 que se mencionó con bombos y platillos la licitación, pero literalmente se olvidaron del  “mientras tanto” y es que está peor que nunca.

Diálogos, espacios y construcción

Entre tanto, sectores dentro del Frente de Todos se muestran en fotos bajo la leyenda del diálogo por Berisso.

Es el caso del incipiente sector del Frente Renovador que tras una convocatoria de Fabian Cagliardi “se sentó a hablar”, remarcando que la construcción es en pos de la ciudadanía y no (hoy) con perspectivas políticas o pretensiones de integrar lugares.

El concejal con mandato cumplido Jonathan Barros anunció su distanciamiento del espacio que conduce Ángel Celi, argumentando que ya aportó durante 11 años en proyectos, construcción política y demás.

Es claro que esto sucede naturalmente cuando los conductores sólo priorizan a su familia, cuando priorizan acomodar a su hijo en una banca por sobre el trabajo de la militancia. Es cuestión de apellido…

Otra cosa. El muerto se asusta del degollado: desde medios claramente pagos por personajes nefastos de la política local cuestionan que Barros se juntó con quien hace tiempo atrás tildaba de “autoritario”. Pero omiten decir que Vanesa Queyffer hoy camina y construye (hasta que el hambre de poder los separe) con quien tildó de traidor. Memoria y coherencia, por favor.

Largó Vane, se cree Visa y es Tarjeta Naranja

Luego del intento de disputar la interna del PJ el sector que se plantó como representativo de la militancia pero que en realidad -medio escondidos- estaban Ángel Celi y Vanesa Queyffer, llevó a cabo un plenario en Villa España.

Tarjeta Naranja tomó el micrófono como era de esperar y ahí se entendió todo: se lanzó su campaña.

Detrás de la figura de Mario Helguera estaban Celi y Queyffer, siendo este un sector encabezado por ambos. La política los cría y la ambición los amontona…

Trae los pochoclos que empezó el periodo legislativo

El bloque del PJ Frente de Todos esta semana ardió una vez más. La exconducida por Quique que saltó al riñón de Cagliardi, Nadina Brizzi, fue protagonista.

Por un lado, Sergio Rolón se expresó en redes y Brizzi entendió que eso perjudicaba a su conductor, por eso lo echó del bloque al edil de La Franja y aunque no se lo niegue, los pasillos del HCD hablan.

La obra de teatro principal se dio entre Nadina y Queyffer a los gritos en el bloque y ante sus pares. Hay pica y ahí todo es dinamita.

Una le decía a la otra que no iba nunca al Concejo, la otra le decía que hay que estar con los vecinos no calentando silla.

De yapa, Martina Drkos recién caída de Chile también ligó. Mientras Gabriel Marotte era el que repartía los pochoclos. Un verdadero cotolengo, pero no nos olvidemos que esta gente cobra por ello gruesas dietas que pagamos los vecinos.

Pónganse a trabajar por la gente y recuerden que “si entre hermanos (compañeros) se pelean los devoran los de afuera”.

¿La oposición? Bien, gracias

O son muy astutos y esperan a que el peronismo siga chocando la calesita o les gana la comodidad.

Discutieron el discurso de Cagliardi, siguen en las redes sociales con la Militancia 2.0 y no mucho más. Pero para el 2023 dicen estar todos preparados. Así, cortito todo.

La intolerancias y Bombita Rodríguez berissense

Los vecinos y vecinas están cansados y no es una frase hecha. Están cansados del discurso, de las cosas a medias, de la rosca política del mundillo que hace tiempo es privilegiado.

Hoy el pueblo reclama todo, si haces una obra: ¡terminala! Si limpiás el zanjón, sacame el barro; si levantás la vereda para cambiar los caños, no me dejes meses con la desidia del lodazal y la vereda rota. Hay descontento y no sólo por la situación económica del país. Hay descontento por las cosas a medias.

Y también están aquellos que por ahí en este tranco de la poca tolerancia explotan. Es el caso del pasajero de la línea 202 que por ser obligado a usar el barbijo, literalmente rompió todo.