Cristian y Mateo Dalieri visitaron los estudios de FM Berisso Ciudad 88.5, donde compartieron la historia de su pasión por el karting, disciplina en la que Mateo se ha destacado desde muy pequeño. Acompañado por su familia, el joven representa a la ciudad, habiendo sido distinguido dos años consecutivos en los premios Olmi y ascendiendo a la categoría metropolitana en Marcos Paz.
Mateo Dalieri comenzó su recorrido en el karting a los cuatro años, realizando sus primeras pruebas en un circuito de Magdalena de forma amateur. Con el tiempo, gracias a su constancia, tuvo la oportunidad de competir de manera federada en el Karting Metropolitano, una categoría regida por la CTC que se disputa en Marcos Paz dentro de la divisional Kame. Desde hace dos años, Mateo forma parte de esta exigente competencia, consolidándose como un piloto en ascenso.
Para Mateo, el karting es más que un deporte: es un estilo de vida. "Es como un juguete para mí, cuando me subo me olvido de todo", expresó. A pesar de haber considerado cambiar de disciplina en algunos momentos, su compromiso con el automovilismo y la inversión económica que implica lo hicieron mantenerse firme en su camino.
El karting también es un proyecto familiar. Su padre, Cristian, se encarga del mantenimiento del chasis, mientras que la preparación del motor está a cargo de un amigo de la familia, Leo Leva, quien tiene un pasado en la competición y ha sido clave en su desarrollo. "Es una locura, pero lo vivimos con pasión", comentó.
Participar en la categoría metropolitana de Marcos Paz es un gran desafío, ya que es una de las más importantes dentro del karting argentino. Mateo compite en la categoría 110 menores y, a sus 12 años, ya ha demostrado su talento enfrentándose a pilotos de gran nivel. El siguiente paso en su carrera podría ser la transición a la Fórmula Metropolitana en el Autódromo Roberto Mouras, un hito clave en la escalera hacia el automovilismo profesional.
Para este año, el objetivo de Mateo es claro: salir campeón. Su preparación ya está en marcha y, aunque los nervios están presentes en todo momento, confía en sus habilidades. En 2024, logró un meritorio sexto puesto en el campeonato anual y, posteriormente, en un torneo nocturno de cuatro fechas, consiguió el subcampeonato. Ahora, con la experiencia acumulada, el sueño de alcanzar el podio parece más cercano que nunca.
No obstante, los costos que implica este deporte a veces representan un obstáculo. "Es un deporte caro, lo hacemos todo a pulmón", explicó su padre. La familia Dalieri cuenta con el apoyo de negocios locales y amigos que, desinteresadamente, colaboran para que Mateo pueda seguir compitiendo. En este sentido, buscan posibles patrocinadores para este año con el objetivo de alcanzar el puesto mayor.
Mateo sueña en grande y aspira a llegar a una de las máximas categorías del automovilismo. "El siguiente paso es pelearla, como lo venimos haciendo. Noche y día, con lluvia, frío, calor o fiebre, sabemos que tenemos que seguir", aseguró.
Por su parte, Cristian Dalieri destacó el esfuerzo de toda la familia para apoyar la pasión de su hijo. "Es un orgullo, no solo para mí, sino para mi esposa y mi hija, que también están siempre presentes. Mientras podamos, vamos a seguir respaldando sus sueños".