Comenzó un nuevo año, y los festejos de Navidad y Año Nuevo estuvieron marcados por la falta de empatía de muchos que no advierten que, tanto personas como animales, padecen graves consecuencias debido a la explosión de pirotecnia. Así, este 31 en toda la ciudad se escucharon todo tipo de explosiones.
A pesar de que, en la última semana, una mamá de mellizos con discapacidad expuso el sufrimiento de sus hijos y la falta de control por parte de la comuna en la venta de pirotecnia, todo continuó igual.
Desde el área de Control Urbano, a cargo de Gabriela Di Lorenzo, la única reacción fue no hablar frente a la consulta de BerissoCiudad, utilizando argumentos falsos. “Tengo que pedir autorización a Prensa” fue una de las excusas, aunque sí envió información a un medio afín a la gestión. A este medio no llegó nada.
Desde la Oficina de Comunicación Institucional de la municipalidad, no se informó si el área responsable realizó los controles pertinentes para garantizar el cumplimiento de la ordenanza vigente en nuestra ciudad.
La falta de empatía de los y las funcionarias fue tal que no faltaron las publicaciones de sus festejos en redes sociales, mostrando explosiones sin reparar en que en Berisso están prohibidas. Es el Estado comunal, reiteramos, quien debe garantizar su cumplimiento.
El caso más notorio fue el de la directora de Género, Marina Peñalba, quien, ignorando todo lo ocurrido, le dio rienda suelta al festejo y publicó explosiones de pirotecnia para dar la bienvenida al 2025. Increíble la falta de criterio de la funcionaria pública.
Por ello, no está de más recordar que existe la Ley 15.406 de la Provincia de Buenos Aires, que regula el uso de pirotecnia y cohetería, y prohíbe la venta y el uso de ciertos tipos de artificios: pirotecnia y cohetería de alto impacto sonoro, así como globos aerostáticos de pirotecnia.
El objetivo de esta ley es proteger la salud, la integridad física, la tranquilidad, la seguridad de las personas y los animales, y el medio ambiente.
Asimismo, esta ley prohíbe la venta al público minorista y la venta ambulante en la vía pública de estos artificios. Esto se suma a la ordenanza 3666/19, que establece que el área de Control Urbano de la comuna debe encargarse de hacerla cumplir.
Invitamos a las funcionarias que aún no están al tanto a repasar, en sus ratos libres, que, como refuerzo de esta legislación vigente, el Honorable Concejo Deliberante abordó esta problemática con una iniciativa que fue aprobada y publicada en el Boletín Oficial en noviembre último. Posteriormente, el jefe comunal Fabián Cagliardi, a través de la firma del Decreto 1241, reguló la campaña denominada “Más luces, menos ruido”.