En entrevista con BerisoCiudad en Radio, el secretario general de la Federación Argentina de Guardavidas, Martín Idiart, habló sobre la dilación para aprobar la extensión de la temporada de verano.

Dijo que el proyecto “nace de las bases de las necesidades de los compañeros” por extender la temporada del trabajo y también por el aumento de las temperaturas, más allá del verano, situación “que hace que la gente vaya en octubre a las playas, y el servicio guardavidas ingresa en noviembre”.

Hay que mencionar que por la ley vigente el guardavida trabaja cinco meses al año y tiene una imposibilidad legal de poder tomar otro empleo, por lo que “el trabajador sólo cobra cinco meses al año”.

En referencia a la cuestión económica, expresó que en sus argumentos el concejal Gabriel Marotte “mintió”, al tiempo que los ediles “deberían hacer el análisis” pertinente, pues “para eso se les paga”.

“Marotte cuando nos recibió delante de todos los guardavidas dijo que iba a apoyar el proyecto, está grabado y después nos encontramos con la sorpresa que en la sesión con una actitud de obediencia hacia el intendente actúa como una mano ejecutora del Ejecutivo”, fustigó en torno a la última sesión.

Al hilar fino, manifestó que lo que se está pidiendo es la incorporación de un mes más de trabajo. “Abarca sólo el 0,1 % más, así y todo llegaríamos al 0,9 % de todo el presupuesto, cuando hay lugares que destinan el 3,5 y hasta el 10 % del presupuesto”, contrastó.

En el proyecto presentado mencionó que hay trabajadores de “todos los signos políticos que existen del país, no es una cuestión política”, por eso se quejó de la permanente “chicana” de los concejales. “Algo está mal”, bramó Idiart.

Ante esta situación de no aprobar el proyecto, evaluó que “lo mandaron para cajonearlo” y “el Ejecutivo se arroga funciones y potestades que no tiene, desde el no pago de haberes, desde sumarios, es inentendible el posicionamiento”.

“Si siguen así, la gente les va a dar la espalda en la elección, se van a llevar una sorpresa porque están en contra de los trabajadores”, aseveró, para luego dar cuenta que el vecino trabajador “les importa un carajo”.

También se quejó del “trato desigual” que ha tenido el municipio con los trabajadores y en esa sirección denunció persecución. “El trabajador que expone los problemas que existen es un traidor, es enemigo y hay que perseguirlo”, graficó, pero advirtió que “están equivocados”.

Durante el último año, la Municipalidad mantuvo diversas reuniones con el Ministerio de Trabajo provincial y planteó que “cada vez que tienen reunión no pueden creer el nivel de precariedad y bajo conocimiento que tienen en la comuna”.

Por último, recalcó la falta de planificación de la seguridad acuática para la temporada de verano. Dijo que las autoridades locales “no reconocen los problemas, la dilatación de liquidación” y “esta gente no va a poder ir por la calle tranquila porque la gente se lo va a recriminar, la gente está podrida que la traten con soberbia”.