La esquina de la calle 23 y 163 se ha convertido en una parada obligada de los automovilistas de nuestra ciudad, ya que es tal el quiebre que se ha producido en el asfalto que si no se evita, parte del tren delantero puede quedar allí.
Hace años que la situación empeora con el paso del tiempo y las autoridades aún ignoran lo que ya denominan como una "Crater", a pesar de los testimonios de vecinos de la zona que aseguran que no menos de dos autos por semana dejan parte de su carrocería en el lugar.
Los que transitan habitualmente ya no encuentran maniobra posible para evitar el impacto y circulan a paso de hombre.