En tiempos donde el miedo y la angustia reinan en los discursos mediáticos, en los diálogos virtuales entre familiares o amigos, en tiempos donde la vida se forjó como el bien más preciado, surgió la incomparable noticia de que Aarón Rivadeneira, el vecinito berissense que padecía leucemia, se curó.

El pequeño que está cursando la última salita de jardín fue diagnosticado con leucemia el pasado 6 de octubre de 2016. De ahí en adelante la lucha tanto para Aarón como para sus padres fue dura y pareja; siempre rodeados de afectos, de contención y de fe.

Hoy la familia Rivadeneira celebra el triunfo en el marco de la batalla más difícil de sus vidas.

Cargado de emoción, José, el padre de Aarón, expresó ante este medio: “nos gustaría destacar y agradecer eternamente la solidaridad, el afecto y el acompañamiento recibido en todo este tiempo; el cual nos brindó la energía necesaria para poder afrontar toda esta situación”.

Asimismo, continuó expresándose en nombre de toda su familia: “no importa lo difícil que sea la situación, hay que asumir que si bien la leucemia es una enfermedad muy grave, también hay muchas posibilidades de poder superarla; con el equipo médico, Dios y la familia”.

Para cerrar y justo en el mes de la concientización para la donación de sangre, expuso que “no nos debemos olvidar que donar sangre es donar vida”.