Este fin de semana largo sirvió para el descanso de muchos funcionarios que se mostraron disfrutando de la Costa Atlántica a través de las redes sociales, despojados de cualquier preocupación.

Mientras que en la Municipalidad una empresa de pintura se dedicó a mejorar el aspecto de la fachada, con la costosa técnica de “arenado” ya que -como insinuaron algunos- a Jorge Nedela le molesta llegar y ver todo desprolijo.

Este hecho no sería noticia si las escuelas recibieran los fondos que envió la Provincia en concepto de fondo educativo que ya ha superado los 18 millones de pesos este año.

O si los reclamos diarios de los vecinos ante la falta de arreglo de luminarias o los trabajos de bacheo se hicieran en tiempo y forma, pero no. Nedela quiere estar cómodo.

Además, se trata de una Municipalidad “a puertas cerradas”, no solo para los vecinos, sino para los funcionarios provinciales y nacionales que no pisan nuestra ciudad por temor a caerse en algún pozo.

En las últimas semanas el único lugar vinculado a los trabajadores en el que que se ha realizado alguna tarea de mejora fue el comedor del corralón municipal, luego las tareas se abocaron a oficinas de funcionarios.

Las prioridades del jefe comunal son una suerte de paradoja ya que mientras dedica los recursos para mejorar el frente de la comuna, la ciudad está sucia debido a una medida de fuerza de trabajadores del corralón y escuelas deterioradas que realizan ferias de platos por ejemplo para arreglar baños tapados.