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Máximo mintió: se agudiza la interna del PJ Bonaerense

La declaración de Máximo Kirchner, del 13 de mayo, anunciando la convocatoria a elecciones internas en el Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires para el 17 de noviembre, ha desatado una serie de cuestionamientos y tensiones dentro de la fuerza política. La situación se complica aún más al considerar los plazos establecidos por la Carta Orgánica del partido. 

De acuerdo al Artículo 18 de la Carta Orgánica Partidaria, el Consejo del Partido debe convocar a elecciones con al menos sesenta días de anticipación. Sin embargo, con la fecha actual en 24 de septiembre, solo restarían 54 días para la elección, lo que podría interpretarse como una violación de esta normativa. Este hecho ha generado críticas hacia Kirchner, quien había anticipado las elecciones, creando un clima de incertidumbre en la interna del PJ.

Las diferencias entre Máximo Kirchner y el gobernador Axel Kicillof se han hecho más evidentes en este contexto. Ambos políticos han intercambiado mensajes elípticos y reproches, dejando entrever una disputa inesperada dentro del kirchnerismo. “Si los que fueron señalados con el dedo de Cristina se quejan, ¿qué nos queda a los que no fuimos señalados y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer?”, se preguntó Máximo en un reciente acto, desatando reacciones de Kicillof y su entorno.

Desde el bando de Kicillof, las críticas hacia Kirchner no se han hecho esperar. “¿Máximo dice que no fue señalado por el dedo de su mamá? Hay muchos dirigentes del peronismo que tienen más mérito que él para haber sido diputado nacional”, se quejaron desde el sector del gobernador, subrayando las tensiones que crecen entre ambos líderes.

Kicillof, en una conferencia de prensa reciente, enfatizó su deseo de construir la unidad del peronismo, asegurando que están abiertos a la colaboración con todos los sectores. Sin embargo, las señales de división son evidentes. La canción que La Cámpora presentó en un acto reciente, en la que se reafirmó que “Cristina es la conducción”, se percibió como un intento de cuestionar a Kicillof y sus intenciones de renovación dentro del peronismo.

La tensión entre ambos sectores del kirchnerismo ha alcanzado un punto crítico, donde las diferencias ideológicas y estratégicas se ponen de manifiesto. En este contexto, se avecina el 17 de octubre, Día de la Lealtad, una fecha clave que podría ser testigo de actos separados, lo que evidenciaría aún más la fractura en el kirchnerismo.

Los optimistas esperan que, para ese momento, prevalezca la cordura y que se busque una solución a las diferencias, mientras que los más pesimistas anticipan una división que podría marcar un quiebre significativo en el partido, afectando sus posibilidades electorales para el 2025. La interna del PJ bonaerense sigue siendo un termómetro de las tensiones y la dinámica de poder dentro del kirchnerismo, donde la figura de Cristina Kirchner sigue siendo central, pero cada vez más cuestionada por las nuevas generaciones de dirigentes.

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