Luego de confirmarse el primer caso de coronavirus en la ciudad de Berisso, el barrio de Villa Argüello sufrió una gran conmoción, debido a que la persona infectada vivía en dicha zona.
Tal es así que, desde el domingo por la tarde, los vecinos comenzaron a tomar con mayor cautela las medidas de aislamiento social y obligatorio, modificando su cotidiano al cien por ciento.
Lo mismo sucedió con los centros de asistencia como lo es el comedor "Rayito de Luz" a cargo de Bety Chávez quien, para resguardar a las trabajadoras y sus familias decidió designar sólo un día de trabajo a fin de evitar la exposición.
En diálogo con BerissoCiudad, la referente barrial comentó que en un principio tuvo mucho miedo "porque nuestro comedor es abierto al público y no sabemos con quién estuvo en contacto la gente que nos visitó".
Por este motivo, se entrega una caja de alimentos sólo los días miércoles y "aún no sabemos si vamos seguir cocinando, porque no quiero que ninguna de mis compañeras corra riesgos".
"Es todo tan confuso, porque por un lado no nos queremos contagiar, pero por el otro tenemos la intención de ayudar", expresó, para luego dar cuenta que "sin embargo, esto nos sirvió para no ser tan confiados y hacer las cosas como corresponde".
A la hora de efectuar la entrega se toman todas las medidas de precaución, dejando las cajas en la puerta, “con un poco más de mercadería que la habitual, pero nos cuesta mucho porque de parte del Estado aún no recibimos nada todavía, sólo tres kilos de azúcar para todo el mes”.
Ante esto, “nuestro grupo de 30 compañeras en total aporta 300 pesos de su sueldo para comprar las cosas en el Banco Alimentario para mantener el compromiso con los 100 abuelos a los cuales veníamos asistiendo, algo que tenemos pensado seguir haciendo, siempre y cuando nos dé el bolsillo y tengamos salud”, cerró la referente barrial.