La planta que la empresa Siderar del Grupo Techint posee en Ensenada se encuentra tomada desde este lunes por un grupo de trabajadores que rechazan los despidos que comenzaron a producirse en las últimas horas.

Se trata de trabajadores de las áreas de mantenimiento electromecánico y limpieza, que se encuentran contratados por empresas tercerizadas y que ante los 16 despidos que se produjeron esta semana decidieron no retirarse del lugar para defender sus puestos de trabajo.

"Sabíamos que el personal que se retirara en la tarde del lunes, el martes ya no iba a poder ingresar.  Por eso se decidió tomar de forma pacífica la planta y ahora esperamos una audiencia en la Secretaría de Trabajo", explicó en diálogo con NOVA, Rubén Botindari, delegado de los más de 100 trabajadores que forman parte de las áreas en las que se produjeron los despidos.

Por el momento, no hubo ninguna comunicación formal de la empresa, pero los rumores indican que antes de la audiencia en la cartera laboral, prevista para este martes a las 14 horas, podría haber una reunión previa entre algún referente de Recursos Humanos de Techint y el dirigente de la UOM Pablo Acuña, que dirige la seccional que corresponde a Siderar.

Mientras tanto, los trabajadores denunciaron que la empresa intenta boicotear la toma para lo cual le prohibió a los concesionarios del kiosco y el buffet que se encuentra dentro de predio, que le vendan cualquier tipo de producto a los trabajadores que permanecen en el lugar.

"La última novedad es que también le impiden a cualquier familiar acercarse hasta el molinete de ingreso para que acerquen algún alimento o ropa, ya que la mayoría de los trabajadores viene con la ropa de trabajo y no tiene nada para cambiarse", informó Botindari.

De no arribarse a una acuerdo en la audiencia en la Secretaría de Trabajo el conflicto podría extenderse, sobre todo porque algunas versiones indican que el recorte de personal no se limitará a los empleados contratados para mantenimiento sino que podría impactar en el plantel estable de Siderar, lo que encendió luces de alerta tanto en la UOM como en otros sindicatos con representación dentro de la empresa.