Este viernes por la mañana, vecinos de calle 9 entre 149 y 149 norte hicieron pública su queja ante la presencia de un caño roto que dejó a toda la vereda bajo el agua. El llamado de atención es la consecuencia a la falta de respuesta.
En la vivienda en cuestión vive una pareja de jubilados que, al notar el inconveniente, decidieron llamar a ABSA para hacer el reclamo pertinente. Pero la espera se dilató más de la cuenta, y con el pasar de los días el lugar se convirtió en una pileta que dificulta el ingreso y egreso de los mayores.
Ante la insistencia, lo único que obtuvieron de parte de la empresa prestadora del servicio fue que "cuando se pueda la cuadrilla irá hasta el domicilio".
Mientras tanto, los abuelos deben esperar la llegada de vecinos o familiares para poder salir, rogando no tener ningún accidente.
Así también consideraron oportuno que, de ser factible, intervenga el Municipio para agilizar el pedido.