La conducción del Centro de Estudiantes de la Escuela de Arte (Contraimagen), hizo pública la preocupación de docentes y auxiliares de dicho establecimiento y exigió al Gobierno provincial y municipal, que haga efectiva la ayuda alimentaria.

“La Escuela de Arte es un símbolo de la ciudad de Berisso y es base de miles de proyectos de diferentes generaciones que buscaron en la docencia, o la práctica artística, su profesión”, pronunciaron al unísono, dando cuenta que la continuidad pedagógica y los derechos laborales de los mismos, “están siendo fuertemente afectados por la pandemia y la crisis social y económica”.

Frente a esto, impulsaron la coordinadora de la Escuela de Arte, para poner sobre la mesa los problemas y así organizarse en defensa de la Educación Pública.

Seguidamente realizaron un relevamiento en base a más de 240 encuestas, en donde se hicieron visibles problemas como la conectividad, la desocupación, la precarización laboral y el hambre.

“Sabemos que estos problemas no son nuevos, pero se recrudecen en éste contexto, afectando particularmente a la juventud precarizada en todo el país”, señalaron, “y como resultado del relevamiento supimos que en la 'Escuela de Arte' hay 67 compañeros y compañeras que necesitan con urgencia la ayuda alimentaria, cuestión básica e imprescindible para encarar cualquier otra actividad, sea estudiar o trabajar.  Y en este punto, son inadmisibles las dilaciones”.

Ante esto, “se necesita la aprobación del IFE, unas 53 netbooks para lograr una conexión adecuada, y acceder a los contenidos de las materias”, recalcaron, porque “son demandas mínimas, de público conocimiento, que nos permitirían hacer efectiva la continuidad pedagógica en nuestra Escuela”.

El Estado es responsable de garantizar lo que necesitamos para evitar la deserción. No queremos volver del aislamiento social, preventivo y obligatorio y que nuestras aulas estén vacías.

Estas demandas también fueron elevadas al Concejo Deliberante de Berisso y a la oficina de Desarrollo Social, donde fueron atendidos por las inspectoras de psicología y la inspectora de artística; y la respuesta del Municipio “a casi un mes de enviar nuestro pedido, fue enviarnos una lista de comedores y merenderos para que nuestros compañeros y compañeras se acerquen”.

“Pareciera que la Municipalidad desconoce que los comedores en los barrios están abarrotados de familias. Cientos de estudiantes en este tiempo nos hemos quedado sin trabajo o somos precarizados, y muchos tenemos familias que mantener. La situación es cada vez más desesperante. Por ello, sabemos que la salida es la organización entre estudiantes y trabajadores para conquistar lo que nos corresponde”, concluyeron.