Lamentamos profundamente los hechos bochornosos acontecidos el pasado viernes durante el inicio de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.

Repudiamos enérgicamente toda manifestación de violencia física o verbal. Las sensaciones de euforia, de bronca y de resentimiento que se percibieron de cada lado de esa grieta que no paran de acrecentar, contrasta claramente con la sensación de tristeza que sienten los ciudadanos comunes, cada vez que se ven estas manifestaciones incivilizadas.

Y esa misma sensación de tristeza que sentimos en ese momento, se incrementó luego, al ver las declaraciones de repudio publicadas por las partes involucradas. Ambas denunciando las agresiones recibidas de la vereda de enfrente, sin tener un ápice de autocrítica sobre sus propios comportamientos. Entristece ver, como se dilapida una vez más, la oportunidad de demostrar respeto a la diversidad de ideas, respeto a las autoridades, instituciones y partidos… respeto a la democracia… respeto a la sociedad.

De ambos lados, deberían dejar de mirarse el ombligo, dejar de sentirse agraviados y entender, que los únicos con derecho a sentirse ofendidos, porque no hicieron nada en ofensa de nadie, son los comunes ciudadanos berissenses que vieron en los medios de comunicación la notoriedad que adquirió la ciudad por la noticia menos deseada.

Esto es lo que sigue apostando la gestión actual y la gestión anterior, sometiendo a la sociedad a entrar en una lógica que no quiere jugar y en vez de trabajar por mejorar las condiciones de los vecinos, la falta de trabajo, el aumento de tarifas y la situación triste que se encuentra la ciudad, nos intentan meter en una puja de poder efímero preocupados por hacer crecer la brecha y la división entre dos polos que se intentan mostrar diferentes pero son más que parecidos.

Llamamos a la reflexión de todos, citando a Shimon Peres (expresidente de Israel y premio Nobel de la Paz) en su definición de democracia:

“La democracia implica una división, una colección de desacuerdos. No es un lugar de gente similar, sino un lugar de gente diferente. Su principio no es de igualdad sino de igualdad de derechos para que cada quien sea diferente y, no obstante la diferencia y los puntos de vista variados, sea posible vivir juntos y sin violencia. La democracia es la historia de la pluralidad y la tolerancia, no de la victoria y la imposición. Por ello no hay victorias en la democracia, hay paz y la paz es la verdadera victoria de la vida política de los pueblos”.

Frente Progresista Berisso