Con motivo de acompañar a los y las trabajadoras esenciales de nuestra ciudad, la Agrupación Puente, se hizo eco de la problemática que viven a diario como consecuencia del “abandono por parte del Estado”.
En este sentido, y habiendo dialogado con decenas de vecinos, e incluidos ellos mismos en esta condición, indicaron que el personal esencial comienza su día a las 5.35 de la mañana, para llegar a marcar su ingreso a las 6, “pero ir a una parada de micro es toda una odisea, porque las mismas se encuentran a oscuras, sin nadie en la calle”.
Sumado a ello, “nunca pasa un patrullero, ponen controles de seguridad, mientras que los micros pasan de manera impuntual y llenos de gente”; entonces: “¿Dónde está el distanciamiento social preventivo y obligatorio? Si hay más de 15 personas paradas y todas apretadas”, argumentaron.
Por estos motivos, consideraron que hay una falta de interés al ciudadano: “si abordamos el micro lleno para llegar bien, vamos todos apretados, pero si no lo tomamos (para cuidarnos e ir sentados como corresponde) tenemos que esperar al que sigue 40 minutos”.
“Mientras esperamos, solos, estamos expuestos a la delincuencia”, manifestaron, compartiendo la declaración de una frentista: “a mí me robaron el celular y me cortaron la oreja con un vidrio de botella una mañana cuando iba a trabajar. Ahora camino 5 cuadras hasta la parada y en cada esquina le aviso a mi marido que estoy bien”.
Por motivos como estos, exigieron más presencia policial en las paradas y en la calle, “porque los trabajadores nos merecemos respeto y contención de los gobernantes”.
“Es muy fácil acomodar la ciudad en un escritorio mientras se vive una realidad de abandono absoluta”, sentenciaron, solicitando “respuestas y soluciones”.