Policiales

"No estuvimos con los familiares de Juan Maldonado"

Ex líderes de la barrabrava de Estudiantes Adrián Sosio y Iván Tobar.
Ex líderes de la barrabrava de Estudiantes Adrián Sosio y Iván Tobar.

BERISSO, Agosto 17.-(BerissoCiudad.com.ar) En la causa por el crimen ocurrido hace 8 días en Berisso, los acusados habrían asegurado que vieron a sus opositores en la hinchada pincha con los allegados de la víctima. Adrián Sosio, uno de los líderes de "Los Leales", un sector enfrentado a "La Banda del Túnel", antes comandada por Fabián Giannota, lo negó. Dice que el nuevo jefe de la barra tiene protección policial y un escudo del Lobo tatuado

 

Adrián Sosio (39), alias “El Gato”, e Iván Tobar (27), ex líderes de la barrabrava de Estudiantes, junto a Angel Omar Alonso, más conocido como “El Hache” (en la actualidad detenido en una cárcel de Ezeiza), mantuvieron una entrevista exclusiva en la que negaron haber estado con la familia de Juan Maldonado, el joven de 25 años asesinado el último 9 de agosto frente al boliche Alcatraz de Berisso, contradiciendo así las declaraciones por uno de los detenidos del crimen y jefe de la hinchada brava del Pincha, Fabián Giannota.

 

Giannota habría asegurado ante la fiscal de la causa que “su amigo Gustavo Mastrovito le dijo que vio a Sosio y Tobar charlando con los familiares de Juan Maldonado pocas horas después del crimen”.

 

Mastrovito es un integrante de la primera línea de “La banda del túnel”, liderada por Giannota. En tanto, Sosio y Tobar pertenecen a otra banda: “Los Leales”, los que comandaron la hinchada pincharrata desde 2003 y hasta 2006.

 

Ahora, con el desenlace trágico ocurrido en las inmediaciones de Alcatraz, hace 8 días, la situación que enfrenta a ambos sectores se tensó y algunos creen que pueden sucederse graves hechos de violencia. “Es que con Giannota preso, un alto jefe policial le entregó la bandera de Estudiantes, la que cubre toda la tribuna a Diego Martínez, un hombre de confianza del detenido, pero que es hincha de Gimnasia. Si hasta tiene tatuado el escudo del Lobo”, detalló Adrián. Además, Sosio resaltó que la entrega de la bandera a Martínez por parte de un policía es un símbolo de traspaso de mando, y en la que quedó explícito la vinculación policial.

 

“Nosotros no dialogamos con la Policía”, señaló Socio. “A mí me acuchillaron en el pecho en la cancha de Quilmes. Está todo filmado. Se ve claro que el que me atacó fue Mastrovito, pero no estuvo ni un minuto detenido”, denunció Tobar. El hecho sucedió el 26 de julio de 2006 y se abrió una investigación por tentativa de homicidio y robo.

 

Hace unas semanas, cuando Estudiantes transitaba por las Semifinales y enfrentó a Nacional de local en el estadio Ciudad de la Plata, un hincha (“El Uruguayo”) resultó baleado y, según afirmó un vocero policial de la comisaría de Ringuelet, el agresor sería un tal Felipe, mano derecha de Giannota y que también está aprehendido por el homicidio de Maldonado.

 

Para evitar hechos de inseguridad, el Coprosede dispuso el derecho de admisión y por esa medida, desde el 2006, Sosio, Tobar y otros 70 simpatizantes de Estudiantes tienen prohibido ir a la cancha.

 

“A mí no me dejan entrar, pero con los de la banda de Giannota que andan armados y golpean a la gente que va a alentar a los jugadores, la Policía hace la vista gorda”, indicó Sosio.

 

“El Gato” no dudó en reclamar: “No queremos entradas, no queremos protección policial, no queremos hablar con el capitán del equipo. Queremos que a Iván, a mí y a los 300 hinchas que no siguen, nos dejen ir a ver a Estudiantes”.

 

Sosio explicó que “Giannota pertenecía a nuestro sector, hasta que me di cuenta que era buchón de la Policía y lo eché. Y ahora propongo, a través de esta entrevista, un encuentro a solas con Diego Martínez. Sin terceros involucrados. Un cónclave para solucionar nuestros problemas”.

 

Para los integrantes de “Los Leales”, habría que investigar “el crecimiento económico vertiginoso de Fabián Giannota. Desde 2006 se compró propiedades, autos y comercios. Tiene un galpón, un lavadero y una remisería en 131 entre 76 y 77 y una casa de dos plantas en 131 y 59, además de un BMW negro que le secuestraron y un Ford Focus”, detalló un allegado a Sosio quien prefirió no identificarse.

 

“Nos indigna que hasta la semana pasada el líder de los barrabravas de Estudiantes haya sido un policía y ahora es un hincha de Gimnasia. Eso es incitar a la violencia”, afirmó Sosio.

 

“La gente de los barrios periféricos como Catela, Altos de San Lorenzo, El Paligüe y la Favela, por mencionar sólo algunos, quiere ir a la cancha, pero los de Giannota los golpean adelante de sus mujeres y los echan”, detalló Tobar.

 

Para Sosio la situación se está tornando insostenible. “La banda del túnel” ha juntado muchos enemigos en estos años. A nuestros seguidores ya no sabemos cómo pararlos para que no vayan a la cancha porque sabemos que van a salir perdiendo. No vale la pena pelearse y caer presos, pero no nos hacemos responsables si llega a pasar algo”, concluyó Sosio.

 

Historias de barrabravas: unidos por el crimen y la violencia

 

Al comenzar el siglo XXI, el líder de la barra de Estudiantes era “El Morsa” Montero hasta que, transcurridos algunos meses del año 2000, cayó preso por robar una joyería. Ahí la agarró otro histórico, “El Hache” Alonso, que la manejó durante cuatro años hasta que acabó tras las rejas por homicidio.

 

Cuando “El Morsa” salió y quiso volver, se encontró con que la habían copado “El Gato” Sosio, Francisco de la Canal e Iván Tobar. La pelea tuvo varios capítulos hasta que el 2 de mayo de 2006, De la Canal fue asesinado. Ahí “El Morsa” volvió al poder y llevó como segundo a Fabián Giannota, que un mes después quedó como primero cuando su jefe cayó otra vez preso.

 

“Somos un mal necesario”, sentenció Fabián Giannota, el 17 de junio del año pasado en un bar de la Ciudad luego de una reunión de la que participaron unos cien barras de 30 clubes para firmar la paz en las canchas. “Fue un pacto. El folclore no es cagarse a trompadas afuera sino divertirse adentro de la cancha, donde ahí sí nos podemos putear. Esa fue la idea, y si se logra eso le va a molestar mucho a la Policía porque viven gracias a las barras”, dijo aquella vez Giannota.

 

Pero, como todos suponían, el pacto se rompió: el 25 de junio pasado, un hincha pincha resultó baleado durante el primer tiempo del partido entre Estudiantes y Nacional. Dos días después, Rubén Pérez, director del COPROSEDE dijo: “Estamos procesando la información y el material fílmico, pero por lo registrado en la imagen tenemos en un 98 por ciento identificada a la persona”.

 

La víctima, conocida como “El Uruguayo” fue baleado en la pierna derecha en medio de una gresca en la tribuna Sur del estadio Ciudad de La Plata. Extraoficialmente, se habló de una disputa de poder entre dos grupos de la hinchada. El primero, liderado por un hombre conocido como “El Hache”, que intentaría retomar el mando y que sería cercano al damnificado, y otro que responde a Fabián, que actualmente ostenta el poder. Claro que no hubo confirmaciones sobre el confuso hecho.

 

El crimen de Orelli

 

Otro incidente que marca la estrecha relación barras / violencia fue el crimen de Martín Orelli, ocurrido el 17 de diciembre de 1995. Aquella tarde, un grupo de hinchas de Gimnasia (entre los que se encontraba Orelli, que era simpatizante de San Lorenzo) se dirigía hacia su estadio por detrás de la cancha de Estudiantes, donde precisamente se encontraba la barra brava pincha, que empezó a disparar desde los techos. Uno de esos tiros dio en la cabeza de Orelli, quien permaneció en coma cuatro durante 17 meses, hasta que finalmente falleció el 30 de abril de 1997. Por el caso fue procesado Cristian Albornoz, alias “Jason”.

 

Jason fue herido de bala el 1´ de enero de 2000 cuando se movilizaba en una moto, una vez beneficiado por la libertad condicional.

 

Antes, el 11 de marzo de 1995, Pablo Prado, el entonces líder de la hinchada pincharrata, le metió cinco balazos a “El Hache” Alonso.

 

Alonso sobrevivió, se recuperó y preparó la venganza. El 10 de mayo de 1995 se ocultó en un kiosco y, desde allí, tiró cinco tiros sobre un grupo en el que estaban Prado (el objetivo), el taxista Carlos Benini y una joven. Prado recibió dos disparos y sobrevivió. Benini, ajeno a todo, murió de tres tiros. Recuperado, Prado se dio tiempo para amenazar con un arma al ex entrenador de Estudiantes Daniel Córdoba, porque se había negado a prestarle su automóvil.

 

Un lustro después, en abril de 2000, Padro murió en un enfrentamiento con la Policía al intentar robar una pizzería en Avellaneda.

 

Sindicalismo y barras

 

El 17 de octubre de 2006, cuando los restos de Juan Domingo Perón fueron trasladados a la quinta del ex presidente en San Vicente, el sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina, de la seccional La Plata de la UOCRA, ocupó la quinta desde bien temprano con unos 1.800 “militantes”, muchos de ellos provenientes de las barras de Estudiantes de La Plata y Deportivo Cambaceres, de Ensenada. Del otro lado se paró la gente de Pablo Moyano, con barras de Independiente y de Dock Sud.

 

Aquella jornada hubo un enfrentamiento armado que de casualidad no terminó con víctimas fatales. La justicia platense detuvo a nueve sospechosos: Emilio ‘Madonna’ Quiroz, Damián González, Alejandro Aguilera, Sergio Verón, Flavio Campero, Cristián Díaz, Néstor Correa, Osvaldo Tapia y un menor. Todos barrabravas. (Fuente: Diario Hoy)

 

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