Continúan lo problemas

Penurias en el San José Obrero: “Parece que se va a mover el tema cuando alguien se muera”

Imagen de archivo.
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En diálogo con BerissoCiudad en Radio, una vecina del Barrio Obrero dio detalles de las condiciones en las que se encuentra la zona y las peripecias que deben hacer los frentistas para realizar sus actividades.

“La situación está cada vez peor”, comenzó diciendo Patricia, para luego describir: “los días de lluvia las calles son intransitables, en las partes de las casillas no podes pasar por ningún lado. Tenés que hacer maniobras o ir tirando cosas para ir pasando ya que no tenés ni vereda ni una calle como para pasar”.

Del mismo modo, aseguró que el problema data de hace mucho tiempo: “en la parte donde vivo yo, en el medio, es imposible salir un día de lluvia. Ponete lo más viejo que tengas, porque te caes. Ya se han caído vecinas, en una oportunidad una vecina se fracturó la rodilla y nadie se hizo responsable. En la esquina, mano derecha tenemos dos pozos grandes en los que yo a veces con un poco de escombro los relleno. La situación de las calles es cada vez peor”.

En este marco, la vecina indicó que se han hecho reuniones, pero que hasta el momento no hay respuesta ni información de nada.

“El tema es que esto va a funcionar o parece que se va a mover el tema cuando alguien se muera. Sabemos que los tiempos de lluvia son muy críticos, las casas se inundan, porque las maderas ya tienen diez años, no van a aguantar mucho tiempo y vemos que pasa el tiempo y no hay respuesta” manifestó la entrevistada.

Cabe destacar que los frentistas ya han pedido que se rellenen las calles con conchilla, porque ni siquiera pueden llevar a los niños a la escuela.  “No puedo salir, el nene falta a la escuela por esto” se lamentó la vecina.

En cuanto a la situación de las cloacas, reseñó: “cuando hice el reclamo en el programa de radio de Manuela Chueco, pudimos conseguir las cosas y fue un avance importante. Pero cuando vienen a hacer la obra, vinieron con los camiones, con los muchachos, hubo un vecino que dijo que no, que el alambrado no lo saca. Una vecina estuvo de acuerdo, prestó su casa para poner los caños pero este vecino dijo que no. La gente de la delegación que puso toda la voluntad no puede ir en contra del vecino, ya que se quejaba de que tenía que poner el alambrado. Desde ese día no tuvimos más novedad”.

Y profundizó sobre este tema revelando que el problema radica en un desacuerdo entre los vecinos.

“Hay una vecina que si pasás por la casa tiene todo inundado del agua de las cloacas. Esos caños iban a favorecer a esta gente que está pasando por esto. Los caños están podridos, rotos, y al pasar el tiempo se iban a romper”, pormenorizó Patricia, reafirmando la necesidad de realizar la obra con los materiales que fueron donados. Y destacó que “dimos un paso importante, porque no cualquiera te dona tanta cantidad de caño y material”

De igual manera, prosiguió: “calculá que mi problema con las cloacas se solucionó porque cuando vinieron por el tema de los caños entraron a mi casa e hicieron un desarme y pudimos encontrar el caño con el problema. Entonces si a mí se me tapa, tengo la posibilidad de destaparlo, hay gente que se la rebusca, yo antes hacia una zanja que iba desde mi baño a la calle”

Enumerando los inconvenientes, la vecina manifestó que no solo son las cloacas, sino tambien las calles, las viviendas y demás.

“Nosotros estamos en las condiciones en las que estamos porque el gobierno anterior nos dejó así. Yo quiero pagar la luz. Yo tenía mi casa de material y ahora vivo en una de cartón, no tenía problema de cloacas, teníamos vereda, limpiábamos la zanja. Teníamos un lindo barrio, hoy venís al asentamiento y ves basura por todo lado”, detalló

Por último, se refirió a las decisiones políticas que se deben tomar: “dijeron que iban a tener una reunión y que iban a hablar con la empresa que tiene que ver con las cloacas que se iban a reunir pero tenían que elegir tres delegados de los barrios. Yo he levantado firmas por las casas, para que limpien lo zanjones, pero si no nos ponemos todos y todos no ponemos un granito de arena esto no va a avanzar”.

Hay que agregar que Patricia tiene siete hijos, de los cuales tres son menores y viven con ella en el marco de tantas complicaciones.

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