El portal de noticias BerissoCiudad dialogó con la titular de la asociación Prodea Berisso, Elba Tiburzi, quien se refirió a dos cuestiones de interés ciudadano. Una es la recolección de residuos en la zona donde funciona la institución y por otro lado, se refirió a la responsabilidad del Estado sobre los animales que están en la calle.
Cabe destacar que Gestión Prodea está instalado en 174 y 25, al lado de la Escuela N° 5, y en las últimas horas denunció el estado deplorable de la zona en materia de higiene, teniendo en cuenta que por días no recolectaron los residuos y tanto el establecimiento educativo como la organización requieren del servicio de manera constante.
“Después de llamar al corralón y que no me contestaran, al 0-800 que no recibe mensajes, después de llamar a la Secretaría de Gobierno, terminé llamando hoy (por el viernes) a la Intendencia y pasaron a recoger los residuos no habituales”, comenzó relatando Tiburzi.
Asimismo, manifestó que la recolección es constante por la situación de estar cercano a un establecimiento educativo, pero que el servicio en vacaciones es “un desastre”.
“Es una contaminación ambiental terrible, con bolsas con gusanos. Y en esta oportunidad que no recogieron sumamos un animal que falleció y ya no teníamos más lugar para guardarlo, el animal entra en descomposición y si hoy no teníamos respuesta íbamos a llevarle el animal al intendente, cosa para la que en mí no hay problemas, ya lo hice con el otro intendente”, advirtió la responsable de Prodea, insistiendo en la necesidad de la zona de estar en condiciones de higiene y mantenimiento permanente.
Del mismo modo, apuntó contra aquellos vecinos y comerciantes que no colaboran con el mantenimiento del orden y la limpieza, arrojando residuos de manera indiscriminada. En esta misma línea se expresó en función del nuevo plan de recolección de no habituales.
“Para el vecino común está bárbaro porque no es la bolsita con los desechos de la comida, yo estoy de acuerdo. Pero el municipio se olvida de que acá hay una institución proteccionista que levanta a los perros que no se hacen cargo ellos y nos delegan funciones y nos dejan la mugre cuando se tendrían que ocupar ellos”, lanzó tajantemente Tiburzi, agregando: “la caca de los perros, los desechos, los trapos, los diarios, no me los puedo guardar y distribuirlos en bolsitas para que todos los días se lleven un poquito. Es sentido común”.
Perros de la calle
A raíz del caso de mordedura a vecinos, la dirigente animalista expuso la situación de los perros de la calle que atacan a los vecinos indicando que es un tema netamente de zoonosis, de salud pública.
“Nosotros tenemos el trabajo diario de los rescatistas, tenemos una comunidad animal que se atiende y si no sale uno no puede ingresar otro, de todas maneras, todo lo que llega de animales al municipio pega la vuelta a la protectora. Nosotros dependemos de tener lugar, pero la condición es que el perro mordedor no ingresa”, dijo.
Sobre esto mismo, manifestó que si el perro tiene dueño, el mismo es el responsable, mientras que si está en la calle el responsable es el Estado, quien tiene que llevar adelante el control.
Esta situación no se da, ya que según los propios planteos de la proteccionista la comuna espera y depende de los espacios que la institución pueda tener. “Y no nos garantizan la recolección de la basura cuando todos los animales que ingresan son tirados por el municipio, el 98 por ciento de los animales son animales que descarta la gente en las calles de Berisso”, anexó.
Esto genera el incumplimiento de una ordenanza aprobada hacia fines de 2017 que comprende la creación de un centro de asistencia veterinario que se tiene que dedicar a animales mordedores y accidentados en vía pública.
“En estos días entró en vigencia, es reciente, pero el tema de los animales mordedores no es reciente”, concretó la entrevistada y reconoció que “primero se levanta la basura de la Montevideo porque se ve, se ve primero el perro mordedor de la Montevideo, se ve si pasas un semáforo en rojo en la Montevideo”.
Hay un registro de casos de mordedura en la ciudad y para que exista un animal mordedor tiene que haber una persona mordida. Si esa persona asiste al hospital allí recibe solo curaciones, pero debe ser derivada a la Unidad Sanitaria 64, lindera a la plaza 17 de Octubre, allí se observa la lesión y tiene un número de mordedura para el seguimiento del proceso tanto sobre la persona como sobre el animal, que debe ser aislado durante diez días con agua y comida para analizar su conducta. “El municipio debe estar atento a que se cumpla esa normativa provincial”, sostuvo Tiburzi.
“Si la persona no denuncia la mordedura a la Unidad Sanitaria, no hay perro mordedor. La gente muchas dice me mordió pero no certificó la mordedura” advirtió y para cerrar amplió que “hay una normativa municipal y la total y absoluta responsabilidad en Berisso con los animales es exclusiva del área de Veterinaria de la Municipalidad”.