Jun, vecino de la ciudad, se comunicó con FM Berisso Ciudad para relatar lo que vive su madre internada en el Hospital Larrain.
La mujer, de 70 años, necesita una operación urgente tras sufrir una fractura en el fémur y la cadera. Sin embargo, el proceso para recibir atención médica adecuada ha sido un verdadero calvario, marcado por la desidia de las autoridades del Hospital Larraín y las demoras en la provisión de prótesis por parte de PAMI.
El relato de Juan es desgarrador. Su madre, que enfrenta múltiples problemas de salud, entre ellos hemiplejia, epilepsia y trombosis crónica, sufrió una fractura en su cadera. La urgencia por realizarle la cirugía era inminente, pero los retrasos en la entrega de las prótesis necesarias para la operación, junto con la mala administración de la información entre el hospital y PAMI, complicaron la situación aún más.
"Nosotros tomamos todos los recaudos para trasladarla bien, la ambulancia la llevó de urgencia al hospital. Desde ese momento empezaron los problemas. A pesar de las promesas de los médicos, la situación se fue agravando día a día", comentó.
En un principio, el hospital ofreció a la familia comprar las prótesis, pero los costos eran inalcanzables. Juan, tras realizar gestiones en PAMI, logró que le aseguraran que la prótesis llegaría en un plazo máximo de diez días. Sin embargo, los problemas empezaron cuando, tras tres días de retraso, se descubrió que los códigos de las prótesis habían sido cargados de forma incorrecta, lo que generó una serie de rechazos y más demoras.
"Había días que no sabíamos qué estaba pasando. Recorrí el hospital, PAMI, las oficinas de administración. Parecía que no había comunicación entre los médicos, las secretarias y el sistema", agregó.
El tema de las prótesis fue solo el principio de un largo proceso lleno de dificultades. A medida que llegaban las prótesis, todas presentaban defectos: desde tamaños incorrectos hasta códigos mal cargados, lo que retrasó aún más la intervención. Además, la situación de su madre empeoraba: las escaras en su piel aumentaban, y la falta de movimiento la dejaba vulnerable a infecciones.
"Mi mamá está sufriendo un dolor insoportable. El hueso fracturado se mueve dentro de su cuerpo y le genera un dolor constante. Cada vez que tose o se mueve, el hueso le raspa por dentro", dijo con desconsuelo.
En medio de la emergencia, las soluciones nunca llegaron a tiempo. Aunque la prótesis finalmente fue reemplazada por una de mejor calidad, la fecha de la cirugía seguía siendo una incertidumbre. En varias ocasiones, la operación fue reprogramada debido a problemas con la disponibilidad de anestesistas o quirófano.
Lo que más indignó a Juan fue el hecho de que, a pesar de tener todos los elementos listos para la operación, la cirugía no se realizó de inmediato. "Estaba todo preparado. Los médicos estaban listos, el quirófano también, pero no la operaron. ¿Por qué no lo hicieron? No entiendo cómo, cuando ya teníamos todo, no la operaron en su momento", se preguntó frustrado.
Tras semanas de lucha y constantes gestiones, Juan recibió la confirmación de que la operación de su madre estaba agendada para el próximo martes. Sin embargo, el miedo persiste. "Mi mamá ya no aguanta más. Cada día que pasa, el dolor y las complicaciones aumentan. Es una persona muy vulnerable y necesitamos que se resuelva de una vez por todas", finalizó.