Guillermo Fischer, bombero voluntario de la ciudad de Berisso con 19 años de trayectoria, regresó de una misión de 12 días en el sur del país, donde combatió los devastadores incendios forestales que azotaron la región patagónica, más específicamente en Aluminé, Neuquén.
Fischer, quien también es enfermero y socorrista, forma parte de la Brigada Forestal de la Federación Bonaerense de Bomberos Voluntarios desde 2018, un grupo especializado en enfrentar este tipo de catástrofes. Su participación en esta misión fue clave, ya que fue seleccionado para integrar el equipo que trabajó intensamente para contener los incendios en la zona.
Según explicó Fischer, las condiciones climáticas fueron un desafío constante. Los fuertes vientos, muy característicos del sur, dificultaron la predicción de la dirección del fuego. Sin embargo, gracias al trabajo conjunto con el Servicio Meteorológico Nacional, que brindó informes detallados cada día, y la presencia de vigías meteorológicos que monitoreaban el clima en la zona, pudieron anticiparse a posibles cambios y mantener una estrategia de actuación más segura. “Siempre tenemos a un vigía observando el clima, lo que nos da seguridad. Sabemos que, ante cualquier cambio importante, se avisará de inmediato y ajustaremos nuestras tácticas de acuerdo con las nuevas condiciones”, puntualizó.
El servidor público pondera el trabajo en equipo como uno de los aspectos más importantes de su labor. “El compañerismo y el compromiso con la misión son fundamentales en este tipo de situaciones. Nos cuidamos entre todos y trabajamos unidos para enfrentar cualquier adversidad”, afirmó.
Aunque su principal rol en la misión fue como combatiente forestal, Fischer también asumió la responsabilidad de ser jefe de brigada en varias ocasiones. Su formación como socorrista lo llevó a estar preparado para intervenir en caso de accidentes o emergencias que pudieran involucrar a sus compañeros. "Mi segunda herramienta es el socorrismo. Siempre estoy listo para intervenir en caso de que algún compañero necesite ayuda", precisó
A diferencia de otros incendios, como el ocurrido en El Bolsón, donde el fuego avanzó cerca de zonas pobladas, el incendio en Aluminé no amenazaba a las comunidades cercanas, aunque la magnitud del fuego era enorme. "El incendio de Aluminé afectó principalmente a la fauna y vegetación, sin que se produjera una situación de interfase, es decir, sin riesgo directo para las viviendas o la población", explicó Fischer.
Con 20 mil hectáreas afectadas, se trató de un siniestro forestal, por lo que el tiempo de respuesta y las tácticas de intervención fueron diferentes a otros incendios en los que el fuego pone en riesgo las casas y la vida de las personas.