Luego de la sorpresiva salida de Fernando Farías de Control Urbano y con el regreso de Gabriela Di Lorenzo al área, las quejas van en aumento y la falta de control en nuestra ciudad ya es un reclamo cotidiano sin respuestas.

El punto límite se alcanzó en las últimas horas, cuando una madre denunció a través de las redes sociales el calvario que debió padecer durante Nochebuena y Navidad debido a la falta de control y a la cantidad de pirotecnia detonada, lo que afectó gravemente a sus dos hijos, quienes tienen problemas de salud.

Este medio reflejó el caos vivido por la vecina, quien se comunicó con el COM, desde donde le aseguraron que trasladarían el reclamo a Control Urbano. Sin embargo, las horas pasaron y, a pesar de su insistencia, no obtuvo ningún tipo de respuesta por parte de la comuna.

“Soy mamá de mellizos con diagnóstico de parálisis cerebral y uno de ellos tiene autismo severo y se autolesiona, cosa que ocurrió el 24 por la pirotecnia. Estuvo despierto hasta las 6 de la mañana y tuvimos que darle calmantes para que pudiera dormir”, relató la madre.

Además, esgrimió que “la ordenanza vigente en nuestra ciudad establece que se deben realizar controles en el distrito durante las fiestas”.

Esta madre desesperada denunció la venta ilegal de pirotecnia en distintos puntos de la ciudad y sólo pidió que el área correspondiente cumpliera con su deber. Sin embargo, la única respuesta que recibió fue el silencio.

Este lunes, una periodista de BerissoCiudad se acercó para consultar a Di Lorenzo sobre el caso. Una vez más, y como ha ocurrido durante los cinco años que lleva en la función pública, la directora de Control Urbano se negó a responder y mintió.

El argumento de la funcionaria, vinculada a la Cámara de Comercio, fue la falta de autorización para brindar declaraciones por parte del secretario de Gobierno, Matías Slezack. Sin embargo -al ser consultado- el propio Slezack negó rotundamente esta versión.

Hoy, la madre, que aún espera una respuesta de la comuna, solo recibió una comunicación telefónica de un concejal que le aseguró que concurriría junto con la funcionaria en cuestión y el secretario de Seguridad.

Mientras los funcionarios a cargo optan por no dar explicaciones ni asumir sus responsabilidades ante un medio que lleva más de 17 años vigente en nuestra ciudad, resulta triste la empatía cero de esta funcionaria que ignora lo que atraviesan los vecinos. Lo más preocupante es que, en las últimas horas, la denunciante recibió petardos en su casa, quizás como un intento de intimidación. Ojalá nuestros representantes se acerquen a esta madre y le brinden el apoyo necesario.

Es lamentable que Gabriela Di Lorenzo evite responder sobre una supuesta lista negra de trabajadores del área a su cargo debido a medidas gremiales; que no explique por qué se persigue a pequeños comercios barriales mientras se favorece a aquellos ubicados en el centro y afines a sus intereses, y, principalmente, que no haga cumplir las ordenanzas vigentes para evitar daños a los niños de nuestra ciudad.

En las últimas horas, se supo que la oposición evalúa realizar una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público ante este abandono hacia los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.