En una semana XXS nuestras preocupaciones sociales y económicas no cesaron, es difícil pensar una Argentina huérfana de Estado, una Provincia con el desafío de contener y en nuestro caso un municipio humilde y necesitado, porque en Berisso se siente la falta de Nación para la contención.

De todos modos, pese a este contexto hay una sociedad golpeada pero expectante, duele pero no reacciona. Mientras el gobierno de Javier Milei va por su cometido, sin mirar a su alrededor y regocijándose con los heridos que se lleva puestos.

Un Gobierno nacional que se caracteriza por su violencia física (represión a los a manifiestantes) y verbal, se hace lo que él dice es su única verdad y afirma que él viene a destruir el Estado, prometiendo despedir 70 mil personas, en una Argentina en la que hay empresas que cierran o hacen achique de personal.

La política tibia y sólo para la foto

Resulta que en estos días no se vieron grandes manifestaciones políticas a nivel macro y más aún en el plano del territorio. Quizás los días de descanso por los feriados argentinos hizo que la política también tome una pausa.

¿Dónde está la militancia? ¿Dónde está el oficialismo? ¿Dónde está la oposición? No es una pregunta retórica, es una consulta concreta.

Con un silencio de misa, el clima político en Berisso está tibión, veamos nada más que el Concejo Deliberante y vamos a notar que no se mueve nada. Más allá de reuniones de comisión (muchas extemporáneas de los problemas de la gente), no hay expresiones. Y eso que la estamos pasando mal.

Es así que para los Marottes, los Nannis parece que sus único interés es cobrar los 2 millones por mes, porque de asistir a un comedor o alguno que necesita una ayuda económica, miran para otro lado. Pero el vecino está atento, la beca de cuatro años se termina y después hay que ir a pedir el voto, y tienen que ver al vecino cara a cara,. Ya hay antecedentes del mal momento que pasó un edil en Villa Nueva.

La violencia como herramienta

Cuando no hay un faro estable, todo se altera, cuando ese faro además es la mismísima génesis de la violencia y la provocación constante, las problemáticas se potencian.

La violencia hoy como respuesta ante todas las situaciones es moneda corriente, sin duda acorde a una realidad comandada por un topo que destruye el Estado desde adentro. Si el Presidente habilita la violencia, queé podemos pedirle a un pueblo dolido y hambreando…

Ahora bien, esto se traduce en las calles, en los hospitales, entre trabajadores y trabajadoras. Hemos dado a conocer episodios de violencia contra agentes viales, en la guardia pediátrica del Larrain, en las calles día a día...

El tejido social hoy está débil y es responsabilidad de cada uno de nosotros pero también de quienes gobiernan por y para la gente, el territorio y el estado local deben poner la mirada en esto.

Cuando decimos Estado, los funcionario ante los hechos de violencia deben expresarse repudiando los hechos, así se amigó pero también antes estos hecho el sector legislativo oficialismo o oposición deben pronunciarse, si no sólo son gritones en el recinto pero cuando deben tomar postura se quedan en silencio, este silencio hace que avalen los hechos de violencia.

Nos tapa el agua

Cada vez que llueve, cada vez que hay un alerta, en Berisso tememos. Hay cambio climático, es cierto, ahora bien la necesidad en nuestra ciudad de mejorar las condiciones hídricas es imperiosa.

Hay proyectos muchos, pero es necesario ejecutar. Con la realidad economía de la Argentina es más difícil aún, la provincia no da abasto pero nosotros en Berisso necesitamos obras.

Llovió el fin de semana y nos tapó el agua, comprendemos , entendemos y sabemos que no es de ahora. Pero hay que gestionar.