En diálogo con FM Berisso Ciudad, Eusebio Azorín, inmigrante que arribó a la ciudad un 4 de septiembre de 1949 relató su rica historia de vida y el significado de la Fiesta Provincial del Inmigrante.   

En su relato compartió sus vivencias. “Llegué a este país con trece años y en cada desembarco hago de cuenta que bajó del barco de la mano de mi papá y mi mamá, esto me lleva un momento de recuerdo imperdible, porque uno vino a estas tierras para buscar un nuevo horizonte y lo encontramos que fue esta ciudad hermosa”, expuso.

 “Nací en plena guerra española, tuvimos tres años de guerra española y cinco años de guerra mundial. Al no haber trabajo y falta de comida, además del drama de la guerra, mi familia buscó otro horizonte. Toda la gente trataba de salir de Europa y buscaba lugares en donde los barcos llegaran, estos iban a México, Venezuela y nosotros venimos a la Argentina porque en ese momento se requería carta de llamada y contrato de trabajo, que fue a través de un familiar que estaba viviendo en Argentina”, comentó.

 El viaje fue una experiencia memorable. Eusebio arribó junto a su padre Pedro, su madre María, su tía y su hermana María del Carmen en el trasatlántico Cabo de Hornos. “Embarcamos en Barcelona, el último puerto en España fue Cádiz, y luego llegamos a Montevideo y Buenos Aires. Tardamos 21 días en barco”, relató. 

La vida de Eusebio Azorín es un testimonio de la tenacidad y el coraje de quienes han buscado nuevas oportunidades lejos de su tierra natal. Su historia resuena cada año especialmente en la Fiesta Provincial del Inmigrante. “Estoy desde que se pergeñó la fiesta del Inmigrante en el hogar obrero, ahí conocí a muchos integrantes de lo que se conformó después como la Sociedad Española. Participio desde el inicio de la fiesta en el desfile, el desembarco y doy clase de bota cuando desfilo y desembarco”, dijo.