Fuente: El Día
Villa San Carlos no le encuentra la vuelta. Volvió a perder en el torneo, esta vez, 2-1 ante Deportivo Morón, en el Oeste del Gran Buenos Aires, arrastra seis caídas consecutivas, se ubica último en la tabla de posiciones y como si eso fuera poco, aún no ha podido ganar en lo que va de este año.
Todas son pálidas para el equipo de Berisso, que a pesar de haber experimentado una leve mejoría en los últimos encuentros, no es suficiente como para “rascar”, al menos, un empate.
La debacle futbolística del Celeste pega muy fuerte en el ánimo de los jugadores y también en el cuerpo técnico.
Desde que Osvaldo Ingrao se hizo cargo del plantel (lleva tres derrotas al hilo), San Carlos no ha podido enderezar el rumbo futbolístico. Sigue sumando derrotas, preocupación, y la sequía de resultados parece no tener fin. Al menor por ahora.
Ayer, ante Deportivo Morón, los de Berisso volvieron a pagar muy caro sus errores.
De entrada, nomás, Gerardo Martínez, con un impecable tiro libre, estremeció el mediodía de Morón, logrando la apertura del marcador. Iban apenas 8 minutos.
La temprana conquista del Gallito pegó muy fuerte en San Carlos, que a pesar de haber insinuado una leve recuperación, no pudo llegar a la igualdad.
El local intentaba superar las dos líneas de cuatro del rival y el planteo trabado que propuso San Carlos, pero el equipo se mantenía impreciso. A los 33’, Altobelli se escapó solito y Matinella salvó su arco. Un par de minutos más tarde, Carlos Morel también hizo lo suyo con una gran reacción.
En la parte final, el partido siguió siendo impreciso, pero Morón se las ingenió para justificar el resultado. Recién a los 14’ llegó la definición de Yassogna. El delantero buscó cruzarla de derecha ante la salida de Matinella, la pelota dio en el uno del Celeste y entró pidiendo permiso.
San Carlos reaccionó, y en un lapso de diez minutos, no solo alcanzó el descuento (a través de un penal convertido por Sommariva, a los 21’), sino que generó un par de situaciones que pudieron cambiar la historia. El empate no llegó y la bronca volvió a apoderarse del plantel.
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