En diálogo con FM Berisso Ciudad, Paula Ramírez, directora del área de Recursos Hídricos del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, alertó sobre los riesgos asociados a la presencia de cianobacterias en el Río de la Plata.
Desde 2020, tras una grave floración de cianobacterias que afectó el suministro de agua en Berisso, Ensenada y La Plata, la Provincia implementó un programa integral de gestión de cianobacterias. “Este programa incluye el cianosemáforo, un sistema de alerta temprana que informa sobre el estado de los cuerpos de agua. Los colores funcionan como en el Servicio Meteorológico Nacional: verde indica seguridad, amarillo un riesgo bajo, naranja un riesgo moderado, y rojo un riesgo alto, que activa restricciones y el uso de la bandera sanitaria”, explicó.
”La mayoría del Río de la Plata está en estado verde, salvo algunos puntos en Magdalena con alerta amarilla. Si bien con alerta amarilla no se recomienda consumir agua, la actividad recreativa aún es posible. Cuando el nivel sube a naranja o rojo, se colocan banderas sanitarias y se informa a la población para evitar riesgos”, destacó la funcionaria.
También habló sobre las posibles consecuencias que acarrea las cianobacterias. “El problema surge cuando proliferan excesivamente, formando floraciones que generan toxinas perjudiciales. Estas toxinas pueden provocar irritaciones en la piel, problemas gastrointestinales y en casos extremos, afectaciones hepáticas graves. Factores como las altas temperaturas, la sequía, la falta de corrientes y la contaminación por nitrógeno y fósforo, provenientes de efluentes cloacales y la actividad agropecuaria, contribuyen a este fenómeno”, describió.
La clave para mitigar el impacto de las cianobacterias radica en la prevención y la información. Ramírez subrayó que “si un cuerpo de agua presenta un color verdoso o un olor característico, es fundamental evitar el contacto directo y no consumir peces provenientes de esas aguas. Las toxinas no desaparecen con la cocción, se mantienen a nivel molecular”, advirtió Ramírez.
“En el caso del Río de la Plata, la propia dinámica del estuario ayuda a dispersar las floraciones. Sin embargo, en lagunas interiores, donde las aguas son más estáticas, las floraciones pueden durar meses”, indicó.
La participación activa de los municipios es crucial. Actualmente, son 45 municipios bonaerenses que forman parte del programa, trabajando en conjunto con las áreas de ambiente, defensa civil y turismo para monitorear, informar y educar a la población.
Paula Ramírez expuso con mensaje claro: “La información y la prevención son nuestras mejores herramientas. El cianosemáforo está disponible en la web del Ministerio para que todos puedan acceder y tomar decisiones informadas. Si ves agua verde, no te metas. La salud está primero”, concluyó.